juanitorisuelorente -

jueves, 23 de febrero de 2012

PARA QUÉ












Te resistes a desaparecer.

Y yo resisto ayudándote
a que no te resistas.

Irse dignamente ya tiene
suficientes lágrimas.


6 comentarios:

  1. A pesar del sufrimiento
    mientras hay vida
    apenas un aliento,

    hay esperanza
    ¿quién sabe?
    lo milagros existen,
    un abrazo

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  2. Vaya, Juan, me has traido a la memoria recuerdos dolorosos. Mi madre agonizó con terribles dolores durante más de tres meses en un hospital de Valencia. Ella me pedía que la ayudara a irse, y le dije al médico que la durmiera para que no sufriera más, y ¿sabes qué? Me puso verde a insultos y casi me denuncia.
    No entiendo cómo la medicina propone sacrificar a nustyras mascotas cunado sufren mucho y se escandalizan y apelan a la moral cuando les pedimos que ayuden a los enfermos terminales para que no sufran.La hipocresía de siempre. Un abrazo

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  3. Tremendo tema nos traes hoy Juan. Yo también he recordado y he sentido una punzada fría en el corazón.
    No voy a añadir nada más, todo lo has dicho tú en tus versos.

    Un abrazo.

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  4. La esperanza, cuando no hay lugar para los milagros y todos sufren, pasa a llamarse otra cosa.

    Un abrazo Mª Teresa

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  5. Yo he pasado por el final lento y agónico de mis padres y más reciente por el de mi suegro que estuvo en cama y sujeto por un cinturón durante dos largos años con sus días y sus noches. De pesar más de ochenta kilos hasta quedarse en 25. o sea, huesos y pellejo. Va a hacer un año y no sé el porqué vuelvo a recordar aquello. Ha sido doloroso, aunque parte de mi vida y como tal no puedo borrarla. Yo, y en estos casos, apruebo la eutanasia, inclusos para mí si fuese el caso.

    Un abrazo Juan

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  6. Tú también lo tienes cercano, Elena. Hay poemas que no necesitan ser extensos y puede que ni ser escritos. Aunque yo opino que la realidad es esa u otra, triste o no, y hay que llamarla en cada caso por su nombre.

    Un abrazo

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