Como empresario me distraje
por el camino
haciendo trabajos
que merecían la pena.
No me aburrí
de soler inventarme
ni me aburro
de buscar descubrirme,
de hacer lo que deseo
si puedo;
más no atrae fortuna
un regalo,
adorno que solo ofrezco
si quiero.
Y no dudo que primen
prisa + tente mientras cobro = pingüe beneficio
en lugar de
tiempo suficiente + material necesario = justo precio
-caminos sin marcadas huellas
de cercanía a los sueños-
más no sirve para eso
quién no sirve
y yo ni lo intento.
Ahora sólo es la edad
la que no acompasa el ritmo,
la que escapa en los descuidos
harta ya
de haber de seguir dando ejemplo.
Juan R:
ResponderEliminarLa vida se encarga de
cobrarnos las facturas
en la construcción de
nuestro propio destino
en fin la vida siempre sigue adelante.
hasta pronto mario
¿Juan es un poema donde dejas ver que te gustaria tirar la toalla?..No lo creo eres demasiado dinàmico para hacer eso.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
Buen poema amigo. Yo te invito a leer el mio, se titula "Caminando bajo la luz de la luna", y esta publicado en el Blog de Boris Estebitan.
ResponderEliminarNo hay mejor satisfacción propia que hacer las cosas con agrado y esmero, y observar los logros alcanzados.
ResponderEliminarAunque claro, todo llega a cansar alguna vez.
Abrazos alados, Juanito.
Es cierto, Mario, que cada uno debería quedarse con la satisfacción de haber hecho en todo momento lo que tenía que hacer. No siempre -casi nunca- es así.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Fus, antes mi trabajo era el centro de atención, la niña de mis ojos, y ahora, fíjate, va quedando apenas como amante, lo cual aún tampoco está mal.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Boris. Estoy algo falto de tiempo, pero pasaré a visitarte en cuanto pueda y cambiaremos impresiones.
ResponderEliminarUn saludo, amigo
Mi oficio ha llegado a cansarme porque haga lo que se haga, pocos- nadie- públicamente lo valora, salvo, claro, los que me siguen llamando porque confían en mi trabajo -y el de mis hermanos, que somos tres-, lo cual no es poco.
ResponderEliminarQuizá me ocurre que antes buscaba sorprenderme a mí mismo y eso cada vez me importa menos. No la escritura donde vuelvo a aprender a ser.
Un abrazo, sin alas Diana, que un día de estos vamos a aterrizar de mala manera
Tu poema destila amargura, desilusión, desesperanza...Sabemos que son tiempos difíciles donde los intrusos y los desaprensivos campan libremente en diversos oficios, como el vuestro, y donde la grave crisis impide que surjan atractivos proyectos.
ResponderEliminarMe quedo con tu verso "...ni me aburro de buscar descubrirme...". Ahí tienes - tenéis - el acicate para seguir luchando, en la brecha. Además de la satisfacción de vuestras buenas construcciones, ejemplos vivos, y a la vista de todos, de vuestro buen hacer.
¡¡¡ Ánimo Juan, Paco, Agustín, porque sois los mejores !!!.
Un abrazo a los tres de Paco y Mayte.
Los años no perdonan, Paco, Mayte, pero no por cansancio sino por lo absurdo ya a veces de esmerarte con ciertas personas que van con "el pié echado", como solemos decir por aquí. Mirad, hace 3 o 4 años acabé una casa con algunos acabados -puedo decirlo- para un museo, y al final no cobramos una buena cantidad de dinero cuando deberías habernos dado propina. Esos cerdos son los que abaten el ánimo y no el seguir- ya sabéis- haciendo en todo momento lo que sabemos hacer. A mí me jode que alguien me engañe cuando yo lo lo he hecho aún -que recuerde- con nadie. En fin, avatares ilógicos, pero avatares al fin y al cabo. Me quedo con lo bueno, que ha sido mucho, y con personas como vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos