Sentarse unido a ser desgracia
de este otro año por decidir
ha de ser rostro deshecho.
Lo sé desde la ignorancia que camina
su ir a alguna parte,
lugar, lugares, silos,
centros de ocio,
y otras nadas que aún consuelan
a la esperanza, muda.
Ser otro hilo que teja más negra la noche,
sus sueños, sus abismos,
incendia sus huellas
sin mediar palabra.
Lo sé desde la incertidumbre
-río frío-
que amanece desabrigada
en cada regreso a casa.
Tejer y tejer hilos invisibles intentando componer telares de esperanza y calor que se van deshaciendo poco a poco y sin remisión...
ResponderEliminarMuy bueno,aunque también triste.
Besos.
precioso y triste a la vez.Buen fin de semana
ResponderEliminarCuando nacemos tenemos a las Moiras que hilan nuestro destino con su rueca y que al final de nuestros días pesarán para ver de que lado se inclina la balanza.La esperanza es un hilo muy fuerte ...Me ha gustado mucho.Un abrazo
ResponderEliminarAvanzar sin saber hacia donde, es como andar perdido por un laberinto de incertidumbres, sin saber lo que vendrá mañana, pero siempre con la esperanza de que saldrá nuevamente el sol.
ResponderEliminarBonita metáfora!
No puede ser más triste lo cotidiano. Y hay que contarlo como es. Ojalá diera el ánimo para hablar de otras cosas.
ResponderEliminarUn abrazo Marinel
Gracias Midala. Igual te deseo. Un abrazo
ResponderEliminarLa esperanza lo sostiene todo. Es la madre que todo lo acoge. Gracias Pepa.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Diana. Hay que seguir porque para atrás sólo andan los cangrejos. Lo que nos depare un paso más allá siempre estará por ver. Hay fe, aunque a veces esté triste.
ResponderEliminarUn abrazo