Así
ha ocurrido lo que no puede cambiar,
así
ocurre lo que no cambia. Trotan
caballos
al oído, la sangre hierve hasta
calmarse.
Allí donde fuiste otras veces
está
lo más lejos que has visto. El dolor
te
trae su gozo y sus nombres en silencios
que
acuñan murmullos. Ahora te abrazas
al
duelo prematuro y despedazas paisajes
como
rostros únicos. Obra el tiempo
la
nada con adobes que de ti se gastan:
instantes
de deseos cautivos.
Es increible como escribes y el final es una genialidad.
ResponderEliminarObra el tiempo
la nada con adobes que de ti se gastan:
instantes de deseos cautivos.
un fuerte abrazo
fus
Abstracta o no, todos -casi- mis poemas nacen de una imagen y ella es la que me dicta lo que quiero decir. Luego vienen las tachaduras, el recortar o ampliar el poema pero en este no recuerdo haber tachado ni modificado nada. Me alegra que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo Fus