juanitorisuelorente -

domingo, 19 de febrero de 2012

MATAR TU NOMBRE
















Ahora que poco sabe
de ardorosa ternura
seguramente
respire mejor la antigua mentira.

En  un saco guardo
todas tus promesas
para que tiemblen juntas
de desengaños.

Deshojadas
         como esclavas tuyas.

Burladas e inquietas.

Ahora te nombro solo
para matar tu nombre.

Lo pienso matar
            hasta que muera.

4 comentarios:

  1. El asesinar un nombre no significa que mates los recuerdos.
    Pero supongo que eso ya lo sabe el poeta.
    Besos.

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  2. Los malos recuerdos no mueren pero sí pueden enterrarse. Bajo tierra su grito sería más imperceptible.

    Un abrazo Marinel

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  3. Depende, Juan: los nombres y los recuerdoss a veces es imposible enterrarlos, ellos rondan siempre tu almohada.Un abrazo

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  4. Este poema no iba por mí, sino por un noviete de paso. Ya sé que los recuerdos se alojan donde es imposible quitarlos, pero la juventud, hoy, es otra cosa, no sé el porqué.

    Un abrazo Juan

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