juanitorisuelorente -

miércoles, 26 de septiembre de 2018

ENTRE REFRANES

(Imagen de la red)
























No por mucho madurar

se es poeta más temprano

porque Dios tan solo ayuda

a quién madruga descalzo,

con agua que ha de beber,

siempre a la chita callando.

Que al saber lo llamen suerte

y en cien año todos calvos,

lo dicen por San Martín

las noches de gatos pardos.

Nunca el buen entendedor

sale del fuego quemado,

sí el necio que todo sabe

y busca tres pies al gato,

aprendiz siempre de mucho,

y más de ciento volando.

Al pan pan, y al vino vino,

aunque el tuerto reine el alto,

porque ni a río revuelto

una vela es de otro palo,

que quién hace lo que puede

¿a qué más está obligado?,

si unos nacen con estrella

y otros nacen estrellados.

Un poeta es el que nace

y la miel no es para el asno,

porque parezca de oro,

mate moscas con el rabo,

que aunque en gustos no haya escritos:

zapatero a tus zapatos.







miércoles, 12 de septiembre de 2018

MIL UNO

(Imagen de la red)
















Tras mil poemas fetiche

de tan limpio sentimiento

siguen buscando en tu nombre

otros caminos al cielo.

Tras los millones de trazos

que esbozaron mil te quieros

para dar color y vida

al amor en los silencios

nacen las líneas sencillas

de otro pilar a lo cierto,

sin más verdes pretensiones

que sentirte entre los dedos,

que navegar un recuerdo

hacia la isla de un beso,

para que al leerlo siempre

sea el instante en que te tengo

prisionera de mi boca,

tan mecida entre mi pecho.

Otro poema sobre ausencias

a ser destino a lo lejos,

como camino de lucha

hacia el adiós de los sueños,

universo transparente

para quién sepa de miedos,

de los mares del fracaso

y los ríos renaciendo,

para quién sepa crecer

niño y hombre al mismo tiempo,

con la ternura encendida

y los jardines al viento.

Otro poema de sol

sobre los campos de invierno,

con la mirada en los surcos

donde brota lo pequeño:

el amor poquito a poco

hasta ser lluvia y espejo,

otro poema, más mil,

como si fuese el primero.




domingo, 9 de septiembre de 2018

LA EDAD DE LAS ALAS

(Imagen de la red)

















Fuera sigue haciendo ruido

el norte de la palabra

con la memoria rendida

y de espaldas al mañana.

Nos consuela deshojarnos

mientras los ojos nos bailan,

en ese juego de instantes

que entre los vertes proclaman:

que se muere el corazón,

y en la rosa se desangran

los silencios del abrazo

y tantos besos del alma.

¡Abajos de plenitud!

¡Surcos donde vuela el agua!

¡El río sobre las piedras!

¡Mil versos de arena y paja!

No nos paran de crecer

las edades de las alas

y los cielos que soportan

a los pájaros de plata,

si por el mar no anda el sol

que tan de boca te ama,

si sigue como un planeta

girando en la puerta falsa.

¿Habrá niños en la yerba

con las mudeces atadas?

¿Llegará una mano verde

a volverse luz y casa?

¡Campos con la fe dormida!

¡Noches por la gruta blanca!

¡El temblor que sabe a hueso!

¡Los sueños sin una carta!

En las esperas de madre

nos untan de miel las zanjas,

y el castillo de ceguera

nos teje a pico y a pala

la raíz del universo,

la desnudez de una lágrima.

Y acaso la desventura

se baña ya en agua clara,

con los colores naciendo

y la ternura en las ramas.

Acasos del mismo idioma

sin los caminos de tablas,

los abrazos a la lluvia

sin los hilos como espadas.




domingo, 2 de septiembre de 2018

CUMBRES EN LA SOMBRA

(Imagen de la red)

















Al nacer pidió mis manos

y los giros de mi boca,

que sopesase en el aire

el vigor que le desborda,

le apretase en mi pecho

hasta mecerme en sus notas,

corazón con corazón

como un himno hacia la gloria.

Y nació tras las miradas

y los sueños por sus olas,

por el amor que, cediendo,

ya deja caer las hojas,

que un día desnuda un beso

y otro sentirlo en la ropa,

cruzando los infinitos

que amamantan tantas horas,

apretando en la memoria,

y hasta el grito, su aureola.

Cayó del cielo despacio

todo el mar que lo abotona

y como universo erguido,

como voz que ya me nombra,

presumió de dar los ojos,

de clavarme un mundo rosa,

y ser bajo los rostros

del instante que destrona

lo profundo de un te quiero

y los besos que lo ahogan,

si los labios suben, bajan,

y a su tersura la ahondan.

Una obra cumbre en tu piel,

como tantas en la sombra.



sábado, 1 de septiembre de 2018

...POR TODA AVENTURA

(Imagen de la red)
















De océanos cruzados,

de desiertos como nómadas de acero,

me viene

la sed del náufrago

y el espejismo,



esa cierta isla,

oasis, a ti.

Un broche que mira el cielo

de un estuche que guarda

el vértigo de rozarte un instante,

la muerte

tras un beso de aprendiz.