juanitorisuelorente -

domingo, 10 de noviembre de 2019

ROMANCE AL ACOMODADO

(Imagen de la red)

















Hay personas que, en su vida,
van el el furgón de cola,
almas de la vida es sueño,
reyes del sol a la sombra.
Son personas que construyen
donde a nadie les estorban
sus castillos de la nada,
las palabras más remotas,
siempre sabias intenciones
porque hacer no está en sus obras.
Y saben hacer de todo
y lo demuestran de boca,
sus secretos se los guardan
para que no esté de moda
el vivir bajo el influjo
del que suda gota y gorda,
del que piensa en el mañana
y tira del carro a solas.
Son personas bajo cuerda
que a sí misas poco aportan
si nacieron en la cumbre
de la nada más hermosa,
donde no se mueve el culo
porque hay tontos que lo bordan.

sábado, 26 de octubre de 2019

LA BODA (Espinelas, del 1 al 9)






















1
Ya está sangrando la llama
que besa el camino rosa,
tiempo de sed vaporosa
resta el corazón que ama.
Todo color se derrama
porque blanco es el que embruja,
el que en tu cuerpo dibuja
como versos de una ola
de encaje, tersura y cola,
con mano y alma la aguja.




2
Con corazón y cabeza
del amor sangra locura,
su veneno es la ternura
y se muere en la certeza.
Sus ojos crean belleza,
prende mundos a las cosas,
de su piel nacen las rosas,
y por los cielos de un beso
vuelan siempre de regreso
las palabras más hermosas.
/
Cuando en silencio un te quiero
con el alma se comparte
cada gesto exhibe el arte
de expresar lo más sincero.
Un te quiero vuelve a cero
y no vive de las rentas,
si ha de renacer a tientas
para crecer desde niño
e ir madurando el cariño
con las miradas sedientas.
//
El amor nunca está hecho,
y lo viola la costumbre,
no pide un vuelo a la cumbre
dejando el cuerpo maltrecho.
Necesita tocar techo
respirando los latidos,
entrelazando sentidos
a los pilares del hambre,
para andar por un alambre
con los adentros cosidos.




3
El corazón de una boda
es un mar de mariposas
y un listado de mil cosas
donde el olvido es la moda.
Hasta en lo nimio se acoda
el seno del pensamiento,
mas en los hilos del viento
suele haber nombres con alma,
y en el repaso, la calma
suma a quién debe al evento.
/
Lo más grande del camino
al altar que tiene un padre
es sentir como una madre
y vestirse de padrino.
Primaveras del destino,
si florece la inocencia
con la perdida tendencia
de colocarse el babero
que lleva escrito un te quiero,
bajo la baba, de herencia.
//
No pide el novio la mano
porque quiso el cuerpo entero,
de costumbres soy obrero
y otro hijo es lo que gano.
Me rindió su lado humano
y esos ojos que te anidan,
las palabras que te cuidan
de un sentimiento tejido
al pilar de tu latido,
y da igual lo que me pidan.




4
Siguen mil brazos diversos
arropando vuestra vida
en esta juerga que anida
seguir en la boda inmersos.
Amigos como universos,
la familia al alma atada,
están en la senda alada
que azulea en lo profundo,
con la lluvia de otro mundo
en vuestros ojos clavada.
///
Es un paso hacia la luna
despedirse de soltero,
enterrar a todo pero,
sentirse niño en la cuna,
e ir creciendo a la fortuna
de madurar a su lado,
pero ahora estando a nado
en los mares de cerveza,
que estómago y cabeza
tengan el cielo ganado.




5
Úbeda es un traje blanco
que hay que poner a prueba,
con los viajes se ceba
hasta que un "ole" le arranco.
Con tal belleza desbanco
a la ciudad de colores
que no muestra sus valores
porque nos hierve la prisa
y mis miradas requisa
el blanco de mis amores.
/
Y Jaén, por otro lado
luce traje con corbata,
de Bailén la flor y nata
con las pruebas de otro grado.
Novio y padrino han currado
lo guapo, pero sin bombo,
y a lo teniente Colombo
si con la novia equiparan
esos cuerpos que enmascaran
cuando ella salga del biombo.




6
A la flor de una semana
no le faltan las espinas,
naufragar por las esquinas
ni embrujarse de mañana.
Ya todo es de porcelana
y los nervios hacen olas,
nunca estuvo el alma a solas
tan lejos del sentimiento
ni volando contra el viento
escuchando caracolas.
/
Porque todo excesivo,
tras el show de las tarjetas
se desnudan las maletas
sin un fondo equitativo.
"Catenaccio" evolutivo
donde el mejor "coach" se rinde,
mas ni un objeto rescinde
el empuje de la novia
si con huesos sin sinovia
salta el último la linde.
/
Mas pasada la galerna
¡ay!, no olvido el torbellino
que azota al rostro divino
si le llueve el alma tierna.
Aunque algún quehacer consterna
ya no prima la algarada
sino la sangre apretada
y el aliento en los ijares,
que no haya en el cuerpo lugares
sin un beso en la mirada.


7
La boda tiene barriga
que presiona mi chaqueta,
y aunque es buena pandereta
del botón es enemiga.
La cerveza es la que obliga
a la piel a ser pescante
como proa de un mercante,
y buscando soluciones
hallo goma en las opciones
con la mano por delante.
/
En los tres bulle el exceso
y hay que darle al cuerpo caña,
si el sudor un kilo araña
equilibra el contrapeso.
Pero es tarde y pincha en hueso,
que no llega y besa el santo
andar, como por encanto,
pero en su norte de abulia
marca el paso la tertulia
y se olvida su quebranto.
/
En la cumbre, lo dichoso,
es mostrar nuestra entretela,
tanto el del cuerpo gacela
como el que pinte de oso.
Ante un día tan hermoso
hay que exaltar lo genuino
y dejar el cuento chino
de intentar ser otro un rato,
sino brindar con lo innato
y regarlo con buen vino.




8
Porque la boda ya huele
nos envuelve su perfume,
se para el mundo, y se asume,
ningún gasto extra nos duele.
Sin opción para el telele
porque huelga el "qué nos falta",
si ya el tiempo nos asalta
con su implacable rodillo
y nos sube el temblorcillo
hasta la cota más alta.
/
Perdonad si soy cansino
por lo mucho que empalago,
si con las décimas pago
la ilusión de ser padrino.
Soy en mi hija numantino
y le ofrezco lo que siento,
si excedo en tanto por ciento
es por esta mano loca
a la que el amor desboca
y trota sin desaliento.
/
Hoy toca lo introspectivo,
asomarse a la baranda,
unirse a la cuchipanda
y sangrar en lo festivo.
Estallar en lo efusivo
es lo más normal del mundo
tras el tiempo iracundo
de desvelo matemático
con hilo monotemático
y constante a lo profundo.




(y 9)
Un chute de adrenalina
conlleva coger los trajes,
que aprieten los atalajes
hasta que la tripa se afina.
Ya está el reloj en la ruina,
su desahucio es inminente,
en la calle está la mente
y camino de la iglesia,
hace primores la amnesia
ante un instante eminente.
/
Boda de mesa redonda,
invitada al protocolo,
para que nadie hable solo,
y gire, gire en la rotonda.
En regalos es la monda,
pena da quién los reparta
si llegará hasta la tarta
como un cartero novato
sin probar un solo plato
con la "sonrisa" de a cuarta.
/
La luz del día que acaba
hará el amor al futuro
si tras solo un paso oscuro
todo sol, fiel, le aguardaba.
Este sábado vibraba
desde sus hondas raíces,
y tras los días motrices
para llevarle a buen puerto
queda ya solo y cubierto
de su millón de matices.




jueves, 19 de septiembre de 2019

LA CASA

(Imagen de la red)


















Van construyendo te quieros
todas las manos del alma
en el solar donde el mar
quiere de sangre su casa.
Ya cimentaron los nombres
los corazones sin habla
hasta el nivel de los ojos
desde el fondo de la llama.
Pronto paredes a besos
y el forjado en la palabra
van por encima del tiempo
para embriagarnos las alas,
hollando cielos arriba
lo que “Nosotros” nos guarda.
Entre pilares de luz
y tras las verdes ventanas
remataremos el techo
con los brazos en la espada,
poco a poco la cubierta
con la boca en la garganta,
y los remates de adentro
con la carne enamorada.
Una casa de la lluvia
para vivir bajo el agua,
una casa muy sencilla
para volar al mañana.



jueves, 12 de septiembre de 2019

LA QUEJA





















Tenemos instaurada la queja. Somos de quejarnos. A lo que funciona buscamos el pero, y a lo que no, obviamente, con más motivo.

Las romerías de mi niñez tendrían su pero aunque en el tiempo las recuerdo como muy entrañables, muy familiares y concurridas, donde no faltaban el ascua, la paella ni a Los Neliab en la verbena.

Romería, que fue derivando en otra cosa, en tres semanas de juerga sin control donde la bebida era la imagen que adorar, y bueno, La Patrona quedaba relegada a verla pasar durante cinco minutos, a hombros o acompañada por una multitud devota que, pasada la misa y la procesión, tomaba el camino de casa, del chalet o del restaurante.
Y recuerdo que, entonces, el sentir general, la queja, era que se había desvirtuado, desmadrado, el sentido de la romería.

Pero pronto llegó la restricción de hacer fuego y no tardó en apagar al llama a una juventud que ya andaba anclada a su recinto fijo, su botellón de todo el año, donde caben todas las fiestas.
Y así, Zocueca fue perdiendo fuelle, atractivo, hasta que quedó desierta.

Hoy, en Zocueca, el ambiente romero está lejos, a siete kilómetros. Allí se ha instalado el ascua, la barbacoa y la verbena. Verbena a la romería de parecido con una a San Juan, a la Virgen de los Dolores, por ejemplo, porque allí hay alusiones pero de Zocueca ni rastro, aunque el domingo resucite de 6,00 a 13,00 horas, siguiendo una tradición en la que más de media ciudad se vuelca con una tradición encomiable.

Pero claro, esgrimiendo la queja.



miércoles, 11 de septiembre de 2019

CINCO A LA RAZÓN

(Imagen de la red)














1

Mis hombros cargan tu ausencia
y los moldes del abrazo,
de tus labios sigo el trazo
del vagar de la inclemencia.
Tan notoria es la abstinencia
y las fauces del deseo
que entre la nada te veo
y entre todo lo más grande,
que aunque la sangre desande
tu corazón andurreo.

2
A ti conducen mis venas,
al latir de tu palacio,
donde te escribo el prefacio
de tantas bellas escenas
que van sangrando ya plenas
al confín de un universo
tan solo en tu nombre inmerso
y el azul de nuestras cosas,
aunque algunas son dolosas
y andan en sentido inverso.

3
Que copule el corazón
es lo único que importa
si el sentimiento que aporta
no es hollar sin ton ni son.
Cuando de amor es su don
todo beso es un te quiero,
cualquier roce el asidero
que lo mantiene en la brecha,
mas si la sangre se estrecha
se convierte en un florero.

4
Porque espero amanecer
paso noches a cuchillo,
a ser futuro me anillo
y a los idiomas de ser.
Tú me enseñaste a perder,
a buscarme al otro lado,
y abandonar el tejado
no fue una fácil tarea,
si era de baja marea
y de muy alto enlosado.

5
Pero caminamos sueños
aunque siempre los lapides
porque ya muerta presides
el reino de los pequeños.
Mas te esperan hogareños
aunque sea en son de plata
porque la vida retrata
cuando dos están a gusto
y el destino ha de ser justo
y la vida más sensata.

domingo, 1 de septiembre de 2019

DE LO PROFUNDO

(Imagen de la red)
















Porque la sangre brota, y huye,
en nuestra muerte
quedan huecos para la vida.
Duele
como abraza la piedra,
la constancia de la quietud,

como se obstina, y duele,
el rostro casi intacto
que busca por las pieles ingenuas,
por los ojos con manchas de pecado,
a la luz que consume toda tregua,
que nos enmudece y nos extingue.

Porque no nos habla un abrazo
y eso duele,
la complicidad no repara al abandono,
y duele
que el oído se conjure con los cielos que le bastan
para conquistar al tiempo que sigue hacia adelante
como eslabón de todo lo disuelto,
de la sed que no excava ni conmueve.

Perdimos hace siglos la alianza
en aquello que se siembra lentamente
y, como por primera vez,
se es joven en la luna que emerge
de las manos del ciego,
aunque duela
que en lo imposible de existir
la vida lata más allá de la sangre
abriendo caminos a lo injusto,
a lo profundo,
que se sigan marcando huellas
que no tienen sentido.



sábado, 24 de agosto de 2019

LAPSO

(Imagen de la red)

















Aunque siga prisionero
soy de seis de la mañana,
cuando todo es disiparse,
no hay regreso ni batalla,
cuando un sueño se resiste
a plegarse hacia la nada
y mi luz es de la noche
y mi corazón del agua.
Son momentos de oro viejo,
de una irrealidad esclava,
de sentirme navegando
por un mar de vida en calma,
si sentir no tiene cuerpo,
anda sorda la mirada,
y todo es de juventud,
de comienzo y carta blanca.
Esa paz que abre mis ojos
tiene en la conciencia el arma,
el sello del perdedor
incluso en grandes hazañas,
y en esa mínima estancia
en que los colores granan,
ese mar de regocijo
sin mal viento ni ola amarga,
deshace al mundo real
toda la carga que arrastra,
y me siento sin memoria,
sin futuro ni esperanza,
como una isla muy perdida,
como un punto en la distancia
-paréntesis que soterra
toda la inquietud del alba-.

domingo, 18 de agosto de 2019

NUESTRAS ENTRAÑAS (Del 1 al 10 (R))
















(1)
El tiempo camina.
Subebaja
e imita la infancia de una calle
en blanco y negro. Y hace de ella
un flash de identidad, un instante
perdido que exhibe su nombre
con alma dentro. Como un río de orillas
blancas con cuerpos de piedra
que miran lejos: la espalda de luto,
la constante conversación con el guardia civil,
la niña distraída, el perro
que duerme para siempre, el burro,
chuleando al empedrado,
y la iglesia,
al fondo,
firme, indemne,
-ella sí-
hacia lo eterno.



















(2)
A las sombras y al agua
las añora un desierto,
y a los viejos
las una de la tarde.
A la primavera de una plaza,
reducida
a un suelo de ceniza,
no le crecerá la hierba.
La tierra tiene coche
y el cielo pasa hambre.
Es lo moderno,
aparcado de por vida
en la memoria,
en otro triste y gran adiós

al hombro/e.
























(3)
Aquí bebemos por la tapa.
Comer es, por tanto,
el que bebe. Aquí
todo bar tiene de tapa
su historia, si tiene historia.
Somos así.
Si llena los ojos
alegra el vaso y llena y llena
cuerpos de luna eterna.
De aquellos que fueron
aún ronda el alma
por la carne que despunta
en abundancia. Y a esos, les damos
apreturas, ruido, suciedad,
y los cuerpos muertos como cultura
del abandono (sabemos morirnos).





















(4)

Nuestra alma es de barro.

De barro nos moldean
el nombre nuestras raíces.

De barro es la bonanza,
nuestro as de corazones.

Barro que,
si construye y decora
amamanta soplos
de rutilante eternidad,

pero solo es tierra,
si no llueve.















(5)

Es nuestro lienzo,
insigne, verde,
que la noche madura.
Que extiende el paisaje
hasta que el puño lo oprime
y los ojos se derrumban.
Un largo Paseo que habla
al tiempo despacio,
palmera tras palmera,
de las paredes del mundo,
y viste de calle o fiesta
a un apacible quietud de horas.
Va-y-ven, hasta que al azul
que acoge la luna desaloja,
quedando apenas una sombra,
alguna mano prendida
al silencio diáfano del granito,
entre los lejanos gemidos del agua
y el monumento a la memoria
presente,
si la paz que enarbola
es antesala de la noche.

















(6)

Reina en su pedestal
o peregrina sobre la luz
que nuestros ojos sostienen.
La esperanza le late
de los mundos que abre
-las secretas conciencias
son de gritos sin aire-,
ella sabe de reinos
que sustenta el alambre,
de las manos que la izan presa
de sus aires celestes,
de tantos y tantos besos de carne,
de diamante siempre,
de las manos mudas
que por amor se mueven,
ella sabe de mares
y de sueños de nieve,
del lugar del corazón
donde nadie es transparente,
si somos hijos del sol
y del cielo más verde,
de la sed que apuñala,
de la sangre que muerde,
y ella de todos la madre
que casi nadie merece.

Pero a todos, sin excepción,
a todos el alma yergue.






















(7)
Julio llama a la calor
para gustarse en el espejo,
volver a los cuarenta y pocos
con un lento batir de alas.
Julio hace el amor a la playa
y aquí nos besa con luz materna.
Por todas partes luce desnudos
y gemidos a la sombra.
Bebe en botijo y abanica
rostros de cera.
Al trabajo va cayendo
hasta ser un carbón en la siesta,
o lo hacina al aire
de sus zonas muertas.
Julio tiene en su batalla
unos días de ser de luna
para volver a ser oro en plata
y del cuerpo a la deriva.
Luego vive como siempre,
con la sangre mordida,
en el mar acaso
o ardiendo de la dicha,
hasta que renazca el nombre
de otro agosto aplicado
en su doctrina, pero nunca sombra
del mes más nuestro.



















(8)

Hay calles apretadas entre los muslos
y otras abiertas al mundo,
calles para cuatro
y otras donde el cuerpo se prolonga
luciendo adioses bien pintados.
Hay calles de mecida rutina
donde morirse temprano,
y otras de solteros mudos
y noviazgos bien cantados
-desde el helado al yeyé
los corazones en blanco-,
calles de da igual el nombre
y otras de secar los labios
si están al pie del aire
con nuestros mejores años.
Calles de piel y arena
y otras de tacón y traje,
donde verse
y volverse a ver
tras los caminos al hambre.




























(9)

Quienes la llaman tonta
y se ríen
son los/las que lo hacen,

si ese ser que tuvo su origen
en la luz de la inocencia,
y alcanzó solo el mundo
que le ofrecieron las sombras,
vive bajo tierra en libertad
por andar sin alas.

Ser así enarbola ese veneno
y ni a sus vacíos pregunta
como mostrar su lucidez.

Su historia, del/contra el mundo real,
ignora que integra nuestra historia
y con un nombre
que por tonta no atiende.



















(10)

A una ciudad
se le quiere el nombre
y se le ama un barrio.
En los olvidos del hombre
viven los siempres de niño.
La raíz se lleva a cuestas
y otro árbol es del aire.
Así, en todo lo que nazca grande,
estará lo diminuto,
y en mí:
cuatro calles, una fachada blanca,
un veintinueve,
mi madre,
la plaza... y en ella la fuente,
el cantarico...
roto...