juanitorisuelorente -

domingo, 31 de julio de 2011

ESPERA

Así ha ocurrido lo que no puede cambiar,
así ocurre lo que no cambia. Trotan
caballos al oído, la sangre hierve hasta
calmarse. Allí donde fuiste otras veces
está lo más lejos que has visto,  el dolor
te trae su gozo y sus nombres en silencios
que acuñan murmullos. Ahora te abrazas
al duelo prematuro y despedazas paisajes
como rostros únicos. Obra el tiempo
la nada con adobes que de ti se gastan:
instantes de deseos cautivos.

(de "Otro lugar en mí", 2008)

ES VIDA

Mucho me mata
y no muero.

De caer y caer
la aprendo.

JANITO

EL SANTO

Similar al refrán de ese cuento andaluz "Quién no te conozca que te compre" contaba mi abuelo de un campesino que tenía un árbol en su huerto que no había echado nunca ni una florecilla y ni por asomo fruto pero que era de buena madera, y por su inutilidad y esa virtud se lo pidieron para hacer de él un santo. Y que a ese santo, ya acabado, bendecido y presidiendo un rincón de la iglesia se enfrentó a él diciéndole: "En mi huerto te criaste, los frutos nunca te vi, los milagros que tú hagas que me los cuelguen aquí", y se señaló un lugar del que no les voy a dar más datos.
En fin, viene esto a que es malo conocerse, que bien pudo el lobo echarse harina en sus patas peludas para engañar a los tres cerditos, pero bueno, espero, después de la que nos ha caído y de la que nos está cayendo, que este mago del disfraz y la triquiñuela no adormezca o confunda el voto con su new age, con la sospechosa fecha del 20-N y el que vuelve la derecha, o si viene -es capaz- con San Pedro de la mano.
Vuelvo a decir que no soy de derechas, ni de izquierdas, ni de centro, ni de su abuela, sino del sentido común.
Si a ese señor alguien no le dice como se llama -nombre completo, por favor-, si esto de una vez y por todas no cambia, es para emigrar. Lo digo.

UN RESPETO

Hay quién tiene nombre u otra cosa,
el mirar descuidado de los que van y vienen,
el pelaje de visitar cada sitio una sola noche,
hambre de vivir o morirse con la misma gana.

Hay quién busca lo que busca lo mismo,
el instante en que ahonda el que quiere y el que quiere,
el placer sucio que no mancha amores de repente,
la batalla de cobardes, de cuerpos sin cara ni testigos.

Hay quién teje mañanas a golpes de noche,
quién espera voces de lugares mudos,
hay quién ve el hilo que nadie rompe como río,
camino siempre que lleva a una calle, una esquina, una farola.

sábado, 30 de julio de 2011

CUENTO DESPUÉS DEL CUENTO

Y colorin colorado…..

El príncipe vuelve a besar a Lucinda, la futura princesa.
El dragón yace muerto a las puertas del castillo.
El pueblo se acerca a vitorearles de nuevo.
El príncipe besa de nuevo a su amada.
La horrible bruja Segismunda ha sido quemada en la hoguera.
Y muertas su séquito de brujas.
El príncipe besa apasionadamente a Lucinda.
El mal ha sido erradicado. Todos son felices.
El pueblo vitorea, vitorea, vuelve a vitorear a los futuros príncipes.
El príncipe besa y vuelve a besar a su hermosa dama,
y entre beso y beso le pregunta:

-¿Y ahora qué hacemos?

EN VANO

Como en todos nuestros días
esos instantes de ensalzar silencios
son aire fresco a la magnitud de tu ausencia.

Como en todos nuestros momentos
esas olas en las que los ojos se bañan desnudos
agitan el corazón a uno y otro lado de su destino.

Como en todas nuestras horas fugitivas
ese nombre incierto en que vivimos
pronuncia deseo con el temor apostado al oído.

No cabe amor donde no entra un suspiro,
y aunque resignado asiste a escuchar por los rincones
y halle inexcusable el valor de un recuerdo
de nada sabe lugares, y lugar de una sola noche.

Como en todos nuestros sueños
esa realidad que parece quebrarse
viste apenas un comerse el mundo con alivio.

Como en todos nuestros secretos
esa verdad que tan precisa nos miente
usa palabras sin voz, que gritan en vano olvido.

JANITO

viernes, 29 de julio de 2011

DICHO

¿A palabras necias oídos sordos?. Pues claro. Es un modo eficaz de dejar a alguien molesto como cosa perdida.
Moscas cansinas, incómodas  -profetas-, que se empeñan en ser en su tierra. Y no, no.

Dicho por algo dicho.

HACER

No me sigue la pereza.
                          Bien.
En voz alta lo digo.
Así de contundente.
¿Qué más puedo añadir?
Hacer es tan natural
           que no tiene trascendencia.

JANITO

CERCANÍA

Recorta distancia la esperanza.

Tiene ventaja el desastre
pero solo por inercia.

El día que le de alcance construyo.

jueves, 28 de julio de 2011

JUEGOS, Y EN SERIO

Tengo la mano en la cartera, y el maldito guardia acaba de dispararme. Estos aprendices de policía sólo saben jugar en serio. Pero la culpa ha sido mía. Soy un idiota y ahora además quizá un infeliz. No está el mundo para soportar bromas, nadie aguanta una puta broma. Sangro. El pecho me arde y tengo frío. Oigo voces a mi alrededor. Pero tengo los ojos cerrados. Prefiero no ver a nadie y menos la cara de un niñato rubio que gritaba como un energúmeno sin venir a cuento. Se creen los amos. Les dan una pistola y les enseñan que todo en la vida va en serio. Yo he copiado su mismo gesto. Pero era un juego. Y ya ven. Oigo llegar a una ambulancia. ¡Joder! qué pensará el niñato cuando descubra que lo que esconde mi mano es la cartera.

FUTUROS

Tiene los pies de barro
un futuro vencido
por un presente perdido en el tiempo.

No inventa imposibles
su razón de ceniza,
no ondean banderas de nadie
en sus mañanas sin bandera
-desnudas de horizontes y mares-,
no diseña caminos
de vidas hundidas en su instante.

Tiene ojos de frío
su cuerpo sin aliento,
tiene derrota sin sitio fijo
para que no la repitan los labios,
la ilusión guardada
bajo la piel del miedo.

miércoles, 27 de julio de 2011

JANITO

EXTRAÑA PAREJA

Sobrevivir hoy
es un matrimonio de conveniencia.

Extraña pareja, sufridor-vida,
abocada a soportarse.

Y a que pase a la vista
inadvertido.

APISONADORA

Claudica el día
y yo con él -hermano amado traicionero-.
Vencido, le ofrezco las llaves
de mi derrota
al bálsamo de la noche,
a su asilo de horas.
Hinco la rodilla en tierra
con la losa plausible del pasado
risueño, con la rabia honda
que ya no atrae fuerzas
a ésta hora tardía,
donde  la edad es sinónimo
de desconcierto, donde la mente joven
bulle en el cuerpo viejo.
Claudica el día
con la calma infinita
del laborar eterno,
y yo con él,
mísero gusano,
brizna de polvo en su inmenso cielo
-maldita su alma, maldito el tiempo-.

martes, 26 de julio de 2011

VOLAR

Ahora ya lo puedes decir,
                           alto y claro:
la verdadera felicidad está afuera;
no temas, tus ojos te iluminan.
Lo de dentro es sólo vida más de lo mismo,
horizonte chocho,
tierra abonada para criar viejos.

¡PERRA VIDA!

Chini vive en la calle. Siempre ha estado en la calle, salvo de muy pequeña cuando vivió unos años con su madre en aquella casita tan mona, recuerda aún salpicando al suelo alguna lágrima, de una sola planta, toda de madera, tan blanca y rodeada de hierba, tan fresquita, y de flores.
Su madre murió y nadie quiso cargar con ella. De su padre no sabe nada. Sería uno que pasó cuando a su madre le apretó la calentura. Como a ella de vez en cuando le pasa aunque le duela por eso traer más desgraciados al mundo.
Ahora está sola aunque tiene una amiga del alma, Xuxa, otra que no tiene donde caerse muerta.
Duermen, eso sí, donde les place, siempre con el ojo avizor por tanto hijodeputa que disfruta pateándoles las tripas, y no tienen otro punto fijo en la mirada que el de intentar día a día sobrevivir.
A diario salen a buscar comida, a los lugares de siempre aunque se la tiren a la cara, y cuando no hay suerte rebuscan en los contenedores. Tienen olfato para eso. Luego buscan alguna sombra solitaria, y descansan, y hablan, aunque tengan poco que decirse.
Tienen una tristeza infinita en los ojos, y desconfianza, y rabia contenida por el continuo despertar a golpes por el cada vez más lejano sueño de encontrar algo de cariño.
No hay humanidad -comentan entre ellas a menudo- no se quieren ni ellos, ya no dan ni lo que tiran.

lunes, 25 de julio de 2011

IN FRAGANTI

-          ¿Papá, por qué escribes…?

Me pregunta mi hijo Alvarito. Tiene cinco años. Estoy inspirado. Le respondo mirando a la oscuridad de la ventana.

-          Tú no lo entiendes, hijo mío, escribir es como el labio que antes de ingerirlas acaricia las cerezas, escribir es la prepotencia con que la madera del barco  sesga el mar, un tropel de caballos salvajes, libres, libres como el viento, indomables como el tiempo, escribir es dar la mano a una criatura que nace del oído, como regar una flor que nace entre los dedos, escribir es enamorarse de una historia, de un personaje, de todos sus personajes, escribir es niños que huyen de los gritos de sus padres, pájaros que vuelan siempre sobre nuestras cabezas, madres que paren gritando de alegría, escribir es el más maravilloso de los silencios, una copa de buen vino, escribir es descubrir qué soy, quién soy, qué quiero llegar a ser…

Alvarito se ha quedado boquiabierto, pero reacciona.

-          ¡¡¡Pero papá, por qué escribes hasta tan tarde, son las tres de la mañana!!!, - y sigue con cara de gato bueno- ¿Cuándo te vas a acostar?





DEL ODIO

Estoy del odio…hasta el odio. Adiós odio, olvida mi oído. Haz de ti desde el hambre pero haz de ti a solas. Odia hasta rabiar en silencio por no lograr multiplicarte, hasta reventar de ser sólo lo que eres. Lo que has logrado es la cima de tu odio y más alto solo hallarás el cielo que te juzgue. Has clavado tu veneno de serpiente y te alejas altivo sin pensar en los muertos en vida. Odio te nombra, porque no tengo palabras para nombrarte. Odio, sí, porque no hallo palabra indigna en el mundo para nombrarte. Maldito odio, créeme, te aseguro que no hallarías en el mundo madre que no se avergonzara de haberte parido.

domingo, 24 de julio de 2011

LA RISA

La risa es la mayor felicidad que existe, efímera, es cierto, si no la acompaña el resto de materia que sustenta la felicidad, pero apabullante como un ciclón que arranca y arrastra sin pensar otras risas. ¿Quién no ha reído alguna vez al ver a alguien reír aún sin conocer el motivo?, yo, ahora, frente a un señor trajeado, gordo, bigotudo, que no conozco. Está solo y en un callejón solitario se desternilla frotándose una enorme barriga. La risa en soledad es absurda, a mí me lo parece, no es natural, hay que provocarla y pierde su encanto espontáneo y contagioso. Este señor no, por el contrario, y me parece raro porque ríe con unas ganas y naturalidad que no he podido hacer menos que acompañarle. Ya somos dos a la par y la cosa tiene cierto sentido aunque yo sepa que no. No soy una persona risueña, le echo toda la culpa a la vida que me ha tocado vivir y me cuesta un enorme esfuerzo reír, y nunca solo, por supuesto, y ahora quién puede pararme. Río como un condenado idiota, sin saber de qué pero río y río hasta aflojárseme la dentadura, arrojar lágrimas carrillos abajo, abriendo los brazos y las manos como un cantante de goodspeed, y mi compañero arrecia con enorme fecundidad rítmica. Una señora, con las manos descolgadas por varias bolsas atestadas de comida, nos mira con las comisuras de los labios soldadas a la barbilla. La comprendo, debe haber de todo. La tristeza también se contagia, más que nada si se vive. Es como un peso en la nuca. Esta buena señora parece tener una viga. La señalamos y nos reímos de ella, es lo normal, también que ella  nos escupa una ordinariez antes de arrear con su carga, yo también la tengo, invisible como muchos, y esto la aligera, pueden creerme, ahora, si me preguntan no sabría responder adonde iba ni como me llamo, río y río y más de ver al señor gordo cómo, además, suda, llora y babea; esto es increíble, es una fuerza que arroja afuera todo y me está dejando limpio como una patena y la cara, lo noto,  roja como una amapola.  El señor gordo me golpea en el hombro y con la otra mano se limpia el lagrimeo que ha frenado el bigotazo, da pisotones y me descojono.  Le señalo a un señor con gafas, seco como una calcomanía, que se ha parado con una niña de la mano que chupa un chupa-chups. La niña se suelta del hombre y ríe y hace palmitas sin sacarse el chupa-chups  de la boca. El hombre está serio. Mira que es feo de cojones, le digo a mi pareja y se troncha. Dos señoras se paran al ver a la niña y aunque nos miran con cierto recelo la niña es como una acicate para ellas y comienzan a arrancar motores. El señor de gafas permanece serio, es un serio con mucha guasa que poco a poco le sale a borbotones de ver a la niña. La niña se acerca  y el padre tras ella, y las señoras tras la niña y formamos un pequeño corro con la niña en el centro. Tengo la boca seca, la garganta irritada, los ojos saltones y sigo, sigo sin pensar, más de ver que nuevas personas se añaden, titubean y dan rienda suelta a su risa. Los recorro uno a uno y cada risa es distinta, vocalizada de distinto modo y no crean que tiene algo que ver con el carácter que aparentan, no, no, hay una mojigata que es una ordinaria y un tío cachas que cacarea como una gallina. Parecen perder el sentido del ridículo, ese que les hace envolver sus fachadas de fachadas de otros, aquí no, aquí bulle una porción integra de lo bueno o lo malo que les lleva o les trae. Veo, entre lágrimas, a un señor muy bajito que llega y que hace preguntas a personas que están lanzadas y  no le hacen mucho caso. Éste será de los que no les vale el puro hecho o las chorradas y necesita un motivo convincente, a lo mejor para reírse con majestuosidad, por encima de todos, y como no lo encuentra pues nos mira con asco y se marcha. Aquí estamos doce, trece ( cuento a la niña) alrededor de una niñita  con un palito en la boca que gira y gira riendo, haciendo palmitas a todas las risas, a todas esas bocas abiertas con todos sus dientes, faltas, emplastes, negros reductos de caries; a esas lenguas saltarinas, a esas bocas cerradas y hinchadas, a punto de reventarse. Por la esquina asoman dos guardias, con sincronía  sepulcral, y se asoman al círculo por encima  de los hombros convulsivos. ¿Qué pasa aquí?, es la bomba que arrasa todo, que hunde los géiser, cierra las presas, sentencia  inocentes. Desciende la risa a hundirse en las arenas movedizas de cada uno. Nos miramos ahora con sorpresa, los ojos tejen una tela de araña, analizamos todos a cada uno de esta amalgama variopinta de personajes. Nadie se conoce, nadie se saluda ni tiene nada que decirse. La niña rompe a llorar y el señor con gafas, que la coge, es el primero en alejarse. Le siguen unos y otros hasta quedarnos solos el señor gordo y yo, además de los guardias. El señor gordo me da unos golpecitos en el hombro y no me dice nada antes de alejarse, ni yo le pregunto. Los guardias están patidifusos. Yo, en cierto modo, también y me escabullo con disimulo sin decirles una sola palabra.



UNO, DOS, TRES

Tres, dos, uno: arranca éste relato, dos, tres, y así sueño, siento, imagino, en noche, tarde, mañana, a quién no controlo, está, deseo. Y todo era inevitable porque había iniciado su vuelo la paloma al aceptar el mensaje de amor en sus labios, porque noté que algo me elevaba hacia las altas cumbres exploradas, y pensé que era una hermosa adolescente que abría a la luz sus pétalos de rosa. Recibió la carta y era lo que esperaba, la pasión era incontrolable y el lugar adecuado, se tersaron las arrugas y era su primera vez. Besaron sus labios la misiva y noté su calor en el aire, los cuerpos desnudos buscaron lo que sabían hacer al atardecer de su experiencia pero era albor éste cuerpo desnudo que no sabía nada y conducía mi mano. Desnudó en su pecho mis palabras y me amó a gritos en silencio, mientras buscaba algún síntoma, algún leve motivo que no fuese arrepentimiento, sentimiento de culpa  imaginando su mirada tierna, su cuerpo delicadamente mío, temeroso, inquieto. Al fin había entrado en su mundo, en la profundidad de su pensamiento, ansiando dar, recibir amor , pero buscaba, buscaba y no había nada, sólo un efímero abrigo en la soledad tardía,  aunque disfruté, disfruté amando  lo que era mentira.

sábado, 23 de julio de 2011

POEMAS PLAYEROS

ARTIFICIO

Fuimos a nadar
donde despiertan los colores
-verdes tan mudos, y lejos-.

Fuimos atravesando paredes
al pie del infinito
donde se quiebran los cuerpos en el agua.

Fuimos al sur de la vida
donde descansan los sueños de sol
a abrir las maletas de cemento.

Fuimos a conocer el día
donde nos nombra apenas un silbido
y somos sangre a correr caliente.

Fuimos a leer el paraíso
con ojos descalzos
a la luz natural de su añorado artificio.

(de "Poemas playeros")

domingo, 17 de julio de 2011

JANITO














Hasta la vuelta, amigos. Gracias

CAMBIO

Este olor que se acerca
-por poco conocido-
parecen ser las vacaciones.

Huele a dejar en paz la cabeza
y tender las manos en la arena.
Huele a no seguir mañana
lo que deje de hacer hoy.
A paréntesis sin aires de futuro,
a curva donde frenar las batallas,
a cambio,
secreto que ha guardado su ausencia.

OJOS

Me clavó la mirada
donde hacia daño.
No era una intrusa. Hay
ojos que son conocidos
de mirarse, de haberse visto antes.
ojos que penetran
por donde les deja el corazón, ojos
que saben de noches despiertas,
de poemas del resto del cuerpo,
ojos
que no dudan de su instante, ojos
de dibujos en el aire,
de amores extraños que sólo buscan pérdidas.

LA BOCA

Hay perros que ladran por ladrarse
como bocas que dicen es decir.

De la boca que se abre si no engulle
como mínimo salen gruñidos o murmullos,
o bosteza, que algo, ya puesta, hay que añadir.

De lustre
tiene su tiempo,
y el resto
el oído que la sufre.

Puerta a otros mundos
que están en este.

De movimiento más o menos  felino,
cerrada está a lo que venga
y abierta a lo que salga.

sábado, 16 de julio de 2011

RÉPLICA

Ya saben lo que soy
y yo primero
porque antes quise saberlo.

Sigo pensando en no pensar
más que lo que a solas se acerque
a ser repetido.

Dar vueltas y vueltas marea
a las cosas
que deberían callarse.

Pero está la bodega,
y ese pasillo secreto
por el que ya escapé más de una noche.

AMNESIA

      -     ¿Alguien sabe de qué estoy hablando?, a ver, usted –y me señala
      -     ¿Yo?, mire, yo pasaba por aquí y no he oído nada
      -     ¿Acaso cree que estoy aquí para perder el tiempo?- y se burla-
             ¡pasaba por aquí,  pasaba por aquí! -ahora se enfada- ¡pues claro
             que pasaba por aquí, porque si no usted y yo no estaríamos  aquí!,
            ¿no?
      -     Sí…, no… - balbuceo sin saber de qué va la cosa
      -     Vamos a ver, estaba hablando del tema que trataba todo eso que
           justo en este mismo momento acababa de decir, ¿entiende?
-          Ya, ya, bueno…
-          Hay que joderse, yo aquí un buen rato dale que te pego, hablando
      y hablando del tema, y ahora llega usted y no sabe de qué estaba hablando, ¿le parece a usted bien?
-          Pues no, y lo lamento, lamento haber llegado un poco tarde
-          Tarde no, ha llegado justo cuando todo estaba dicho, dicho y muy bien dicho
-          Ea, a ver, le pido mil perdones
-          ¡Se da cuenta que tendría que contárselo todo todo!
-          ¿Todo…, todo…?
-          Todo de todo, y es mucho
-          ¿Mucho…, mucho…? – empiezo a asustarme
-           Mucho mucho, y no es plan
-          Bueno, pues entonces me voy
-          ¡¡Ni hablar!!. Usted no se mueve de aquí hasta que no se acerque alguien que haya podido oírme
-          No creo –miro alrededor- aquí parece que no hay nadie
-          ¿En serio?, ¡vaya!. No tendría entonces otro remedio que volver a contárselo a usted
-          Pero mire –intento escabullirme- acabo de recordar que tengo mucha prisa
-          ¿Prisa?. ¡joder!, si tuviera prisa habría llegado antes para oír todo lo que había dicho
-          ¿
-          ¡Así que me va a oír, vaya si me va a oír!
-          Bueno, ya está –me resigno- dígamelo
-          Eso quisiera –confiesa al fin- si lograra recordar de qué estaba hablando

SE REPITE LA HISTORIA

Vuelve su nombre a poblar los labios,
a ser sus palabras vergüenza repetida.

Vuelve su memoria ingenua
a ser olvido que no tiene corazón.

Vuelve su bajeza sin esfuerzo ni lucha
a ser ruin silencio y cobarde mansedumbre.

Vuelve el no sentir agradecimiento ni dolor
a ser ruina humana en decadencia.

Vuelve, vuelve una soledad violenta
a ser otro crimen que espera su cadáver.

viernes, 15 de julio de 2011

CREACIÓN

Bajo el techo de la noche
leo el misterio, otro idioma,
que protegen los silencios.

Entre los juncos de su orilla
esquivo las palabras
que no abrazo lentamente hacia mi tierra.

Justo donde las libero de su orden , su rutina,
buscan ser testigo de su nombre,
sinsentido que adheridas se diluye.

miércoles, 13 de julio de 2011

JANITO

CAUCE

En su cauce,
despacio es mucho después de la sangre.

No se hizo el afán para el que elude,
apenas rostro entreabierto,
si su labor termina a solas y en su mundo,
y es vida que no atestigua la que abre.

Aprender despierto son pasos que han gozado,
que encienden sin nostalgia la llama que pervive
y no deja grietas en la vida que aprende a refugiarse
ni persevera en lo que ha de rendirse a la evidencia.

Tiene su sostén lo apenas imprevisto,
la caricia que se aloja en lo que ya no podrá nunca,
tiene oficio el exaltar una salida,
lluvia que esparce el sentirse satisfecho.

Tantean destino las manos,
les hace sitio la palabra que no miente por costumbre.

martes, 12 de julio de 2011

TO BE OR NOT TO BE

Hay que ver lo fácil que es la vida y lo difícil que se pasa tan solo por variar el modo a causa de creerla entender.
Lo fácil que es pronunciar el “Señor, sí, señor”, el seguir el paso a la tropa, el no levantar la cabeza -y ni de coña el dedo- cuando algún superior pregunte, el hacer lo que se suela hacer, el decir todo lo que se suela decir, y algunos nos empeñamos en ser lo que sea el ser, en llamar a las cosas y a los fulanos por su nombre, en ponernos en su propia escalera y a su altura, y mirarlos con toda naturalidad a los ojos, y encima nos quejamos de sus gestos y de que no nos saludan.

Es gana de complicarse y estar en su punto de mira.

El ir por libre, en solitario, es gratificante. Deja un regusto dulzón, nada empalagoso, el sentirse autosuficiente, no amparado a la sombra de nadie. Porque sombras es lo que buscan todos, y puertas que les abran pagadas sólo con amplias sonrisas y lengüeteo.

Bueno, ya he dejado por sentado que somos pocos y que nos miran mal, que este camino que cada uno ha osado escoger puede que en muchos momentos no sea ni camino al no haberlo andado nadie. Que habrá momentos de desaliento, de empezar a notar unas ganas inmensas de regresar a unirse a la patulea. Pero solo como un espejismo ya que el que ha nacido para esto no sabría disfrutar nada de eso.

La vida fácil conduce a lugares conocidos, dóciles, soñados, es cierto, mas cuando se tuerce todo lo que suele torcerse,  mas cuando se nos cae el mundo encima y empezamos a notar la boca llena de tierra.

Gracias a que dan alas los pequeños detalles. Esos que barren la mente y la dejan hecha un solar de vanos pensamientos. Y es que no merece la pena soterrar lo que realmente merece la pena por uno mismo de uno mismo.

Ser o no ser, que ya dijo quién ya sabe(n).

DONDE ESCRIBO

Donde escribo son viejas las palabras.
Saben igual de la cercanía
como de atardeceres desnudos de recuerdos.
Donde escribo llegan hasta mí sus pasados encendidos,
deshojados de nombres,
de razones al otro lado que  no existen.

Salvado su invierno
la piel aprende de la  infancia
tantas veces en los ojos sorprendida,
Sin dudas la noche
hace limpia su custodia
tantas veces descubierta sin pensarlo.

Donde escribo tiene alas la tierra
que me acerca sus profundidades
como ejemplo a los futuros que se pierden.
Donde escribo llueven hojas secas
de árboles fríos
como voces presas descubiertas.

Primero crece lo extraño
página a página
para leer lo justo,
luego me piden sus años
con voz de más
el olvido, que presume y no tienen.

lunes, 11 de julio de 2011

VISITA A BAÑOS DE LA ENCINA



LOS NUEVOS CUENTOS

Falita despierta  de su sueño y ve frente a ella al duendecillo del bosque.
-Qué susto- exclama sin miedo alguno
- No temas, hermosa niña, el príncipe Juan del reino encantado de Bailenlandia me ha pedido que me acompañes a su castillo
-¿Juan? - se extraña Falita y hincha los morritos- ah, no, a mí el que me gusta es Alberto
Al duendecillo se le erizan las orejas puntiagudas.
-Pero vamos a ver, niña, qué Alberto ni que Alberto
- Alberto Soria Rodriguez, mi primo - sentencia Falita
El duendecillo se rasca la cabeza. Piensa. Echa humo por la nariz y las orejas. Luego sonríe.
-Pero niña, el príncipe Juan es un apuesto príncipe, y espera a su amada dama para hacer un bonito cuento, ¿sabes?, de los de toda la vida, ¿eh?
Falita se agarra con fuerza las coletas y grita como una loca. También patalea. El duendecillo baja las orejas y los brazos.
-¿Alberto qué...?

PEQUEÑOS CICLOS

Ha vuelto a sonar el lunes en el reloj de la mesita.
Y ya me tendrá despierto el resto de la semana.

domingo, 10 de julio de 2011

MALDITA CRISIS

Todas las pistas llevaban al detective Juan Angulo -detective aficionado, o sea sin licencia, o sea trabajando bajo cuerda, pero en paro- a resolver el fin del misterio.
¡Pues claro, como no se me había ocurrido!, saltaba de jubilo acabando de un trago la litrona y rebañando las pocas aceitunas del plato.
No había ninguna duda: la madre estaba muerta y él se hacía pasar por ella. ¡Ese maníaco era un artista, había simulado la voz de su madre para confundirle!. Ya solo quedaba atraparle, cogerle justo en el momento en que iba a perpetrar otro crimen. Aún estaba sobrecogido al recordar la muerte de Marion, su cadáver desnudo, cosido a puñaladas en el cuarto de baño, a la caída de su colega por las escaleras cuando subió sin temor a la casa de la colina. Un asesino que tenía frente a él y al que empezó -en vano- a retorcer el cuello en el cristal de su Mahou. ¡Tú, claro, Bates, como no, Norman Bates, pues claro!, señalaba eufórico la pantalla dando el caso por resuelto al tiempo que el novio -Loomis- de Lila pugnaba por detenerle    

sábado, 9 de julio de 2011

ENA

Es toda oídos y ojos –ojazos- ésta Macarena o Lorena que no me pierde un gesto ni nada de lo que le digo.
Ahora estoy con los coches de mi garaje y mi casa en la playa, pero es mentira. Mi coche no es malo pero no un Jaguar y en la playa sólo podría refugiarme bajo una sombrilla o mi mascota, que hoy por cierto no traigo (la boina).

Ésta Macarena o Lorena, me dijo ena o algo así tras su tercer cubata -ahora ya se la entiende menos- , sí, decía que ésta escultural morena que está a punto de derrumbarse en mis brazos por doble motivo, es de las habituales aquí en este antro guarrete donde se nos permite a cuatro vejetes  -no tanto- jugar a ser jóvenes, y a activar los recuerdos.
Ésta Macarena o Lorena, ena es lo único seguro, me enciende aunque yo ya no esté para mucha llama.
Así que tomo un refresco de naranja o limón tras otro para seguir a ésta devoradora de whiskys con seven-up, y ya me cuesta, y ya empiezo a notar la tripa algo descompuesta.
Es una experta del oído, de mostrar la carne hasta la frontera de lo serio, un muro para mí, creo, ésta noche, un muro in moldeable en el que a falta de fuerza rocío de deseos, y de insanas intenciones.
El dueño de este tugurio está encantado. Activa la nena el negocio, y por sus gestos le noto que todo esto lo ha vivido antes, escuchado hasta la saciedad cientos de veces, mientras que la hermosa e impenetrable –ya sí lo digo- Macarena o Lorena -ena- toma su ración diaria –un dineral-  hasta quedar KO frente a un viejo que hubiera tumbado sólo con bajar dos centímetros más el escote. Yo ya hice lo mío y con 91 mirar es lo que a lo mejor me queda –al menos hoy-.
Bueno, no hay resentimiento, que así cada uno se lleva lo que puede.
Me escucha con atención, y ríe, ríe hasta por las orejas, y hace una seña para otro pelotazo, la nena ena. Para mí una tónica, le digo. Y me pide que después por favor  la acerque a casa. ¡Buff! Se me antoja algo complicado.


A QUIÉN (NO) SE LE OCURRE…

Pensarnos juega a nosotros ///////  Va, y viene qué fue ///////  Te amo ama ///////  Saberme, como tú no lo digo ///////  No soy hoy sino de antes ///////  Ser fuerte no vence a la vida pero la humilla ///////  Cárcel tuve sin pensar ///////  La historia nos resucita ///////  Fui soldado, y sacerdote, ahora albañil, que yo recuerde ///////  Lo más vendido tan solo es lo que más se vende ///////  Las noches no acaban nunca aunque a ésta no sé lo que le pasa ///////  La crisis es lo de arriba abajo ///////  En un kit de supervivencia pondría un libro para beber de lo que lea  ///////  Es triste que la alegría esté tan falta de personalidad  ///////  Reinvento las palabras sin orden  ///////  No me aflijo, pero no se me nota demasiado  ///////  Me acerco a tu mirada, y nada(n)  /////// Siento poeta tu prosa ///////  Salvado ser serio me es más fácil ser Risueño  ///////  

viernes, 8 de julio de 2011

JANITO

GIGANTE DE NIEVE

Atado a los límites de su triunfo
anda el odio,
acompañado de las risas al amor,
de las malas intenciones a los surcos de la sangre.

Gigante de nieve que vocea olvido,
tiempo que hiera el corazón,
es la excusa el regreso a la noche y tu ausencia,
es la soledad que nace de ti un abismo sin palabras,
nada que nadie no sepa, y ella sepa.

Desatado de sus raíces a la tierra
anda el hijo,
acompañado de sus recuerdos imborrables,
de esa injusticia al oído que jamás podrá callarse.

jueves, 7 de julio de 2011

FIEL TESTIGO

Es mi modo –soy un tipo raro, lo reconozco-, el soler hablarme cuando no tengo nada que decirme. A lo mejor es común hablarse pero yo sólo lo sé por mí ya que estas cosas íntimas, de principio, es imposible contárselas a nadie. En fin, que me hablo, me hablo, y me digo, y voy atando cabos a cosas que estando en mí no estaba al cabo de su existencia. Alguien debería explicarme por qué digo cosas que no he visto ni oído nunca. Quién es ese que hay en mí y que se regodea porque sabe de mí más que yo. Y por qué me place luego repetir sus cosas. Ser apenas un testigo fiel de sus labios y vuestro oído. 

miércoles, 6 de julio de 2011

OSITO(S)















Tenemos
un osito con un osito,
de peluche y de peluche,
dos ositos en uno,
pero uno.

martes, 5 de julio de 2011

JANITO

DONDE CAERME MUERTO

Tiene mi mujer un modo poco cariñoso de decirme las cosas, y la verdad es que ya estoy un poco harto.
Ya la oigo subir las escaleras e imagino que me esperará otra buena. Ya está aquí, ¿la ven?, con ese bambo que se quita sólo para ponerse otro, con una coleta en el pelo que de ahí me gustaría agarrarla, y esa lengua, esa lengua…, ay, Dios.
-Pero , Jacinto, ¿todavía no te has levantado?
Bueno, reconozco que hoy tiene razón. La culpa es mía y vuelvo a darme cuenta al ver en el reloj de la mesita que son más de las diez de la mañana.
-¿Es que tengo que hacerlo todo yo sola, no te da vergüenza?
Vergüenza, vergüenza, bueno a eso a lo mejor me he acostumbrado. Me estiro, me crujen los huesos y también, como no, le molesta.
-A ver si mueves ese cuerpo, ¿no puedes salir a andar como todo el mundo?
No la replico. Algunas veces se calla.
-Podrías ir y hacerme la compra alguna vez- sigue gruñendo mientras estira las sábanas.
Hay que joderse, sabe que me da corte ir al súper y todos los días insiste en lo mismo. Siempre vas a lo tuyo, siempre pienso decirle y siempre me callo por no liarla.
-Solo sabes hacerme sufrir
Se marcha y empiezo a vestirme, hoy casi sin ganas. Mover los brazos es un ejercicio que me está dejando muerto. A pesar de eso me pongo la camiseta. Otro cantar es ponerme los calcetines. Hoy no es mi día. No veo mi cuerpo para las prisas. La cama y sus sábanas estiraditas parecen invitarme a arrugarlas. Y no lo pienso.
-¡¡¡Jacinto!!!
Abro los ojos. Es la una y media. Joder, todos los días igual. Al próximo grito la lío, juro que la lío…   




REY LEÓN

A mí, desde pequeño, me enseñaron mis padres a ser persona, a mirar al frente y a dar la cara –ha habido lugares donde no la he dado, ni la doy, pocos es cierto, pero sólo porque previamente me la han partido, metafóricamente hablando-,  a ir por la vida con la verdad que uno tiene y su modo de contarla, a ser tolerante, a ir dejando a los demás su sitio, lugar inviolable al que cada cual tiene derecho.
Bien.
En la vida hay momentos de todo tipo. Si cualquiera echara la vista atrás encontrará de todo, desde lo sublime a lo más infame, momentos de júbilo y de perpetuo arrepentimiento. Vería con toda claridad que para santos no estamos destinados ninguno salvo que lo malo no se piense, o no aparezca, o se logre barrer bajo la alfombra. Y es que no se puede ir solo de bueno por la vida porque esta te hace o te dice tonto.
La vida es dura y de duros forma su tropa de élite. Otros López son los lugares donde ha de ir colocando al resto. Y como somos muchos y ha de haber de todo queda de consuelo que el tiempo es el juez que le pone  las cosas en su sitio, pero es que a veces tarda y la prisa es pan de cada día y su tocino.
Maduros, solemos reflexionar sobre haberlo visto y vivido todo, sobre los pocos secretos que nos quedan por descubrir de lo único conocido de la existencia. Poco creemos que nos sorprenda.
Pero hay.
Y como de lo bueno dicen que se escribe poco –yo añado que nada- voy a hablar de lo malo malo lo peor a que un ser humano puede estar expuesto: a perder su dignidad. Creo, sin temor a equivocarme, que es el peor delito no penado cometido contra uno mismo ya que logra un daño irreparable.

Estamos viviendo momentos duros  que ponen a prueba –y de qué manera- nuestro aguante. Pero incluso en los momentos más duros el hombre haya razones para seguir llamándose persona, para seguir siendo digno de llamarse persona.

La ética y la moral tienen su línea roja y saltársela a la torera ya no permite el regreso porque sólo conduce a la selva, a la selva del ser.

EL MUSEO (desde la obra)

domingo, 3 de julio de 2011

TENSA E ILUSIONANTE ESPERA

Voy a contar hasta tres, ¿entiendes?... uno, dos… ¿Por qué hasta tres?, le pregunto. Mira de soslayo, no sabe hacia dónde porque a mí no puede verme, mira de reojo a todo  lo que puede verse, un paisaje liso alrededor, cuatro paredes cercanas, donde sólo he dejado dos o tres cosas olvidadas, que recuerde: mis gafas, la agenda… una remota idea. ¡Tres, retoma el tema enfurecido, porque no sé qué hago aquí, porque no sé qué estoy haciendo aquí, porque no sé qué cojones estoy esperando aquí!. Ha de ser duro ser nadie, digo yo aunque yo no lo haya sido nunca, saberse nadie, estar vivo y a la espera de que un advenedizo decida decirte quién eres. ¡Estoy hasta los huevos!, grita su prisa a mi oído.  Debería excusarme, pero no. Tengo muy claro lo que hay, tengo el inicio, pero para nada la dirección, y mucho menos su destino. Intento calmarle mientras intento pensar. Tengo todo lo que necesitas, le digo, tiempo y ganas. Solo eres un puto gilipollas, un cabronazo, contesta rabioso. Tiene razón, disfruto haciendo sufrir, pero es mi modo de hacer las cosas, de crear lo que nadie antes –ni yo- haya oído ni imaginado jamás. Siento debilidad por mi criatura, ella siempre es la primera que vive en cada historia, una historia que todavía no tiene. Voy a sentarme, no haré nada de lo que me digas, te lo juro por mis muertos, sigue intentando en vano coaccionarme.

(Prólogo de mi nuevo libro de relatos "En breve")

sábado, 2 de julio de 2011

LA LLAMA

GESTOS

No gasto, amor, llamar amor miles y miles de veces,
no noto que desfallezca de cansancio,
no me pide dejarle preso por culpable de haber sido.
Amor,
amor es lo que te llamo si me llama,
y me llama siempre, siempre, complacido.

Tan seguro está de otras palabras que las sume en los silencios,
tanto sabe de ti, de mí, que no dice
que duda la verdad por no ser útil,
tanto nos hace hacer sin notarlo
que el hecho queda hecho sin razones,
y tanto,
tanto cuesta hacer, como cuesta mantener lo no sufrido.

Amor, qué es amor sino la suma que no sumamos nunca,
otra vela soplada como otro guiño a lo cierto.
Amor,
qué persiste en su nombre cuando se ama
sin necesidad de un te quiero,
por qué se llama llama la llama
que no deja rastros de ceniza.
Amor, ya sé que amor de amor sabrá lo suyo,
y que tú y yo sabemos lo nuestro. Pero yo además de mil amores.



MICROSONETO

Amor
da
va
por

caminos
a
sinos
ya

escritos,
a
hitos

declarados
para
dos

viernes, 1 de julio de 2011

EL LARGO Y ODIOSO VERANO (repeat)

Ya está aquí la mente de sol y playa y los problemas para septiembre, sólo que media España habrá de conformarse sin sol ni playa y los problemas para ya. 

Mal verano al que no llamarán verano. 

REFLEXIONES DE UN ESCRITOR INEXISTENTE

No soy escritor, escribo, que no es lo mismo. Hay una especie que abunda, los que escriben sólo por escribir. Los que buscan la fama de soslayo porque no se la creen, sólo diosa de los verdaderos genios. Jamás seré un escritor si alguien no lo asegura. No me importa. Escribo sólo para mí. Perdonen. Me miento. Nadie necesita escribir para sí mismo. Eso es un esfuerzo innecesario. No necesito explicarme lo que ya sé, o quiero, o deseo. Se escribe para alguien, sólo que aún no existe para mí ese alguien. De momento calmo mi ego de artificios inservibles, amagos informes, a la vez que busco con ellos ese resquicio que buscan todos para cruzar la insigne frontera literaria de la inexistencia. El despertar de un sueño rutinario. De momento relleno mi vida de historias que no trascienden. Creo personajes que murmuran porque no logran alzar su voz. De historias mudas y oscuras. Vidas que no importan. ¿Qué es ser escritor, y que hay que hacer para lograrlo?. Escribir bien, por supuesto, supongo que apartar de nuestro entorno…, no, bueno, no tomar en consideración la opinión de una serie de personajillos funestos, luego levantar la cabeza y mostrarnos sin ningún tipo de cortapisa, jugarnos el todo o nada, ofrecer lo que hay. También saber esperar, si creemos que merece la pena, encender una vela a la suerte.
Ojalá fuera fácil. No es así. Publicar viene a ser como un rayo de luz inesperado o, lo más habitual, como el camino largo y sinuoso de un condenado a muerte desde su celda hasta el patíbulo. Influyen muchos factores, el amiguismo como lacra entre ellos. Muchos libros publicados no pasarían un superficial examen crítico. Sin embargo están ahí. También para nada. No sueño con eso. Me llamarían escritor pero yo no me consideraría escritor. Publicar un libro te coloca la ansiada vitola pero no te la graba en el corazón. Te la graba el público, seguido de la crítica. Quizá sí ayude una crítica acertada. Que ojalá diga: “Logra que los sentimientos se adhieran a las palabras y que florezcan al despertarlas”. Sería hermoso. Al leer debe destaparse la esencia como al abrir un frasco el olor de un perfume. Debe ser como respirar la belleza que extraigo a menudo de los libros que amo. De teoría estoy puesto, ya ven. Pero no me sirve. Todos esos libros hermosos, esos pasajes que recitaría de un tirón sin temor a equivocarme no tengo más remedio que esconderlos en el trastero de mi memoria cuando me pongo a escribir. Mi mundo es otro y nada debe coaccionarlo, mucho menos interferirlo. Mis personajes nacen de un lugar inédito, mis historias fluyen del vacío de un abismo. Es un lugar oscuro pero virgen porque ha estado sellado como una tumba no profanada. No me suena nada de lo vivido antes y eso me anima. Remover el caldo de lo ya escrito suena a recalentado. ¿Qué les parece?. Que todos decimos lo mismo. ¿Qué madre hablaría mal de su hijo, qué comerciante de la mercancía que ofrece?. Descargo en mi defensa que al menos quiero ser original aunque no lo logre, diferente aunque les suene a un poco más de lo mismo. Es frustrante escribir poesía tras haber leído a Machado, Baudelaire, Pessoa, Hierro, u otros, aventurarme a escribir relatos, mucho más una novela con los fantasmas silenciosos, de tantos y tantos, apoyados en mi hombro. Pero lo he hecho, lo hago. No nieguen que tengo voluntad. ¿Por qué lo hago, y qué intento conseguir?. No lo sé, nada. ¿Entonces?. Sonará a manido pero puede que para gritar a los cuatro vientos todo lo que debo callarme. Escribir da el poder de crear y decidir. La realidad es otra y bien distinta. Te arrastra sin que podamos agarrarnos a todos los deseos. La realidad de mis libros son todos esos deseos que escaparon de mis manos, decenas de esas cosas que no se pueden incluir en un tema de conversación, que no puedes confiar a nadie. Doy rienda suelta a aquellos sueños de niño o, por ejemplo, a los anhelos de persona madura, o interpreto un sueño ininteligible, amo a una mujer inaccesible, o apaleo a algún hijo de puta, a veces también sufro por alguien. Mis personajes no son una excepción, es injusta la vida, también para ellos. Se me va la olla. ¿Lo entienden ahora?. No es que esté un poco loco, sino que todo lo que se crea adquiere vida y su condena al ostracismo no les satisface ni a mí que me gustaría verles correr o jugar como niños en un parque. Les veo tristes, sólo acompañados por mi insistente mirada de padrazo y sufro de estar con mis pies y mis manos atadas.
Todo empezó brincados los cuarenta, de sopetón, un día sin nada especial, y como único precedente unos cuantos relatos que no conservo de mis diez u once años. Salté a la piscina, presumiblemente vacía (con toda seguridad), con un agua de un azul y temperatura impresionantes.  Empecé a escribir de forma compulsiva, como si se me fuera a acabar el tiempo. Escribía a cualquier hora, en cualquier lugar, tomaba apuntes de todo lo que brotaba en mi cabeza naciendo una selva de demasiadas cosas inconexas y deslavazadas. Yo enmarcaba animoso el resultado pero cada brote nuevo enterraba al anterior sin ningún tipo de remordimiento. Fui puliendo aristas, formas, cribé relatos, poesías enteras, y fui seleccionando lo que ahora conservo, no maravilloso pero para mí aceptable como inicio. Hay quienes dan a la primera, la mayoría nunca, luego está ese grupito que insiste, insiste al otro lado del cristal esperando ser visto. No puedo circunscribirme en el primero, y sí espero estar en el último donde la fe alienta al trabajo y a la espera. ¿Presentar mi obra a un Certamen?. Ya lo he hecho, quizá apresuradamente. En cada revisión post – certamen tachaba numerosos errores gramaticales (nimios, es cierto), defectos de planteamiento, con un trasfondo adecuado pero de resultado global insuficiente. Ahora soy más cuidadoso. Hiberno las obras repasadas hasta la saciedad para retomarlas un mes más tarde como si fuera un lector cualquiera y así ver el efecto que me producen. Amo lo que escribo pero no debo ser mi crítico. Lo sé. No hay prisa para ellas. Mi camino es corto aunque lo haya iniciado demasiado tarde. No. Nunca es demasiado tarde. El resto de mi vida cuenta aunque haya ido por otros derroteros. No me importa si no lo logro. Vuelvo a mentirme. Claro que importa, sí que importa.

(escrito en enero de 1.998)


CALLEJONES SIN SALIDA

A veces me aliviaría
caer a un abismo y desaparecer,
regresar de nuevo al mismo lugar
desde aquella mirada inocente de niño.

(de "Genuinas parejas", 2004)