juanitorisuelorente -

martes, 28 de febrero de 2012

LA CASA















Pongo nombre
a medio corazón
en una calle
donde aún hay preguntas que esperan,
en la ciudad que fue
cuento todavía,
cielo de repente.


Llamo a un niño
que nadie escucha
al pie de la casa escrita
y a su rostro ya vivido.


Hay números a la mesa.


La huella de la sangre
dibuja lo que está
mojando en más de un cuerpo.


Y de pronto calla su gracia.

4 comentarios:

  1. Qué manera de manejar palabras Juan, lo tuyo es puro malabarismo.

    Cuántos niños, cuántas casas que ya no son.

    Un abrazo.

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  2. Yo a eso lo llamo raíces... me ha gustado mucho como todo lo que escribes.Un besazo

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  3. Sigo yendo a esa casa a diario -tenemos allí la oficina- y allí ya no vive nadie. A veces asaltan los recuerdos.

    Un abrazo Elena

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  4. Hay lugares que conservan las voces de las personas que allí claudicaron. Sus cuerpos invisibles deambulando como si no pasara nada.
    ¿raíces? yo no sabría como llamarlo.

    Un abrazo Pepi

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