juanitorisuelorente -

viernes, 24 de febrero de 2012

JUEZ, Y PARTE
















Decidir por ti sin preguntarte
está mal si sale mal.


El que hace, deshace,
preside,
es Dios y nadie.


Su confía en mí
ya no descansa en tu oído,
no es semilla la grieta en el muro,
no hay fruta sobre la mesa,
tras la ventana espera muerto el camino,
también la belleza desnuda, sin embargo.


Ahora construye el silencio,
el temblor esclavo de lo viejo,
de la espera que derrama castillos
y sueños. Ahora
el sacrificio entra y sale
                       como de su casa,
convierte en polvo la moneda,
en seco el caudal de lo debido.


Y nace la culpa.


La culpa atraviesa las paredes del tiempo.
En ella arde el trigo,
hace aguas la conciencia,
en el aire está todo lo escrito.


Ayer flotando en la tierra,
hoy, en cambio, nadando a la aventura.

4 comentarios:

  1. Siempre se hacen los juicios cuando algo termina...siempre querer encontrar al juez y culpable....y nunca hay ni vencedores ni vencidos..

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  2. Interesantes reflexiones
    como que dejan algo en el interior
    que sigue pensando.

    Hasta pronto mario

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  3. Nadie se preocupa antes de los problemas. Es al final cuando a la culpa se le pone nombre...y apellidos.

    Un abrazo Mirella

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  4. Te dejo pensativo, y es seña de que intentas entenderme. Me alegra.

    Un abrazo Mario

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