juanitorisuelorente -

martes, 7 de febrero de 2012

EXPIRACIÓN















De pronto sonriente
tu voz se escuchaba distante,
acaso simplemente
diría como un susurro,
o como un quejido,
o prefiero no saberlo.

Juntos, en un cuarto anónimo,
dejamos transcurrir otra tarde de sábado
y a veces en ese fragor
de la plenitud del instante
tu mente agrietada desvaría.

Tienes en la mirada esa inteligencia
de saber sobrevivir a todo
y la ofuscación de las ilusiones perdidas,
un refugio placentero
y un turbador horizonte de marina soledad.

Tu locura pasajera desvela de nuevo intacta
 tu arrogancia,
calmas tu ímpetu y aparece la frialdad
del árbol desnudo en otoño,
la angostura de una calle estrecha y empinada,
inabordable sin ánimo,
y practicas la lenta mirada de los viejos,
esa actitud que destapa tu desconfianza.

Vives conmigo la libertad
del animal resignado a su esclavitud,
el desahogo como algo necesario y deseable,
pronto el amor como un dolor que empieza
a ser molesto.
Vives conmigo una decisión precipitada,
un impulso subversivo.
Es duro reconocer una decisión equivocada,
sin futuro, sin esperanza.
Porque nadie cambia jamás en lo más profundo
vuelves a ser esa mujer
                              que está muy lejos de mí.

Como dos extraños nos adentramos en el anochecer,
en la hora de la despedida,
entonces volvemos a enfrentarnos
y un sonriente hasta el sábado,
un beso apasionado,
dan un respiro
a lo probablemente irremediable.

10 comentarios:

  1. Y aunque sea el último suspiro, sería maravilloso expirarlo y revivirlo en los brazos del amor.

    Mi cálido abrazo, Juanito.

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  2. Qué bien saben esos sabados!!!!!Besitosss

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  3. ¿Resignación, costumbre, monotonía? y ¿amor?

    Me quedo con estos versos:
    "Vives conmigo la libertad
    del animal resignado a su esclavitud"

    Un abrazo Juan.

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  4. Largo e intenso Juan.
    Un cálido abrazo!!

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  5. romántico, de ese que no empalaga y adivina realidades

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  6. El sexo sin amor tiene solo de maravilloso lo que dura.

    Un abrazo Diana

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  7. El placer no sabe de rutinas pero sí la mente. Y en esa lucha al final gana.

    Por cierto, es ficción. Imagino que para bien.

    Un abrazo Midala

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  8. Imagino que el amor no puede controlar todos los deseos, que por alguna rendija algo se le escapa. Somos así.
    Los versos que citas a mí en su momento -éste poema lo escribí hace algunos años- me gustaron, quizá porque aunque ya no nos guste una persona el sexo tiende a hacernos esclavos.

    Un abrazo Elena

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  9. Pero escueto tu comentario. Me alegra que te guste, Marian.

    Un abrazo, amiga

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  10. Ea, Jose Fco, a mí también me pasa que tanto poema clásico de amor y pasión me aburre un poco. Me parecen casi un calco unos de otros. Debe haber otras vías para contarlo, o al menos intentarlo.

    Un abrazo

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