juanitorisuelorente -

jueves, 9 de febrero de 2012

EN CONTÍNUO APRENDIZAJE



















La intranquilidad de mi ánimo
es indicativo
de algún peso en la conciencia,
indicativo fidedigno
-aciago indicativo-
de que lo que hago
realmente me importa.
Martillea el perfeccionismo
en el yunque de mi memoria,
ese hecho inconsciente
colado sin intención
con sello rutinario
firmado, sin embargo,
como tantas otras muestras de orgullo,
que no ceja en su empeño de mostrarse,
pedir mi parte de culpa
de su estado deforme.
No se puede salir indemne de todo.
Los retos exigen una prenda:
bondades que masacran el tiempo
y alivian el alma,
y pesadumbres que exigen sólo dolor y rabia.
A lo que me fascina a menudo lo cubre
una máscara sumamente delicada. Cientos
de trabajos innombrables, bastos, mil veces
ejecutados, a los que no dedico
un mínimo interés.
Todo evoluciona. Y la búsqueda de algo nuevo,
de la diversidad, del reconocimiento,
desestabilizan la consistencia
-por soberbia-
de la experiencia, y la rúbrica.


6 comentarios:

  1. Nunca se termina de aprender, cada día se aprende algo nuevo.

    Abrazos alados, Juanito.

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  2. ¿Es una autocrìtica a tu forma de actuar?
    o es una fòrmula para entenderte a ti mismo...sea lo que quieras decir has escrito un relato genial.

    un fuerte abrazo

    fus

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  3. Unos sentimientos muy intensos los que transmites en estos versos. Siempre estamos aprendiendo, aunque a veces sea doloroso.

    Un beso,

    Margarita

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  4. La más segura certeza debe ser la mayor de las dudas, Diana. Siempre hay que estar con orejas de conejo, abiertos a lo que quiera que sea.

    Un abrazo

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  5. Sí en su momento, Fus -lo escribí hace años-. Cuando abandonaba mentalmente el mundo de lo que creía bajo control para adentrarme en éste nuevo mundo, ya descubierto por tantos. Un modo de darme ánimo.

    Un abrazo

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  6. No doloroso, Margarita, sino que frena la rutina para activar ese modo de vida tan maravilloso que capitanea la incertidumbre.

    Un abrazo

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