juanitorisuelorente -

domingo, 26 de febrero de 2012

AL OTRO LADO DE LA ORILLA














Nos preguntamos qué ha pasado.

Tu mirada sinuosa también aletea
y me dice sin valor a preguntarme.

Yo tengo el último debate perdido
y un desenlace por decidir en mi vida,
ganas de girar y girar en la zona muerta
donde me confino preso
de mi mente y mil razones.

De ti imagino cualquier cosa.

Nos preguntamos qué nos habrá pasado.

Así el olvido acerca nuevas preguntas
que menos aún  podremos respondernos
pero alivian el sufrimiento si no nos conciernen.

Sólo mirarnos. 
                     Como quién no se mira.

Adivinar el contenido de cada copa,
la prisa, el modo de acercarla a los labios,
los ojos que miran profundamente
tras el cristal rugoso
y luego se cierran confundidos.
Adivinar de qué nos conocemos,
si nos hemos visto alguna vez.
Pensar que no nos decimos nada
porque no nos apetece
y no porque no tengamos nada que decirnos… que 
bien pudiéramos ser alguien que no nos haga sufrir…

Yo así te conozco lo suficiente. Puedo estar contigo,
acompañarte en éste ritual adolescente.
Puedo soñar contigo cien años atrás, sin cara, sin nombres.
Pero tú dibujas el presente.
Y me invitas a levantarme al mismo tiempo
intercambiando sonrisas. A salir juntos de la cafetería
 como si fuéramos pareja. A pasear unos metros
mirando a uno u otro lado sin mirarnos. A luego
alejarnos a nuestro secreto destino volviendo
distraídos la mirada, uniendo por un instante
interminable
lo único que hemos sabido decirnos.

(2005)

2 comentarios:

  1. Esa es una pregunta que nos hemos hecho todos, tantas veces... Hasta que encontramos una respuesta que nos haga felices.
    Gracias por tus palabras y un gran abrazo desde Madrid.

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  2. Acertar, que es lo más fácil y complicado.

    Gracias a ti. Un abrazo Antonio

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