Normalmente me tomo un whisky.
Un Dyc con hielo.
Lo aguanto
bien. Sin problema.
Hoy, en un pub, me ha sentado como siempre el
primero y último.
Hablaba con soltura, la música era de mi gusto, de
fondo jugaba –repetido- el Madrid, así que pedí otro.
Estaba a gusto
aunque fuese a costa de, feliz sin tener ningún motivo.
Luego pasa lo que pasa.
Mi estar sereno era un compañero mudo.
En cambio se
ha unido a la fiesta un nuevo invitado que habla sin parar de todo y más de lo
que sabe. ¡Que sabe incluso lo que no sé porque yo lo digo!
Un cansino que no me deja irme a casa porque acaba
de pedir otro.
¡Glub!
!!Cuidado amigo Juan!!, que ese cansino del que hablas puede que por aburrimiento... te bebas uno de más y te puedas caer de ese andamio que como fondo tienes (el cual no había visto)
ResponderEliminarAbrazo Juan.-
Antonio
Huy, Juan.
ResponderEliminar¡ Qué calladito te lo tenías...!
Un beso ( hoy doble por necesidades del guión).
A los hombres también se os pegan los moscones!!
ResponderEliminarY lo peor es que no sois como las mujeres que no lo quitamos de encima en segundos, ustedes se ponen a beber con el y ya no se acuerdan de vOlver a casa.
Besos ese vaso pinta bien
Hay veces que pasa, sobre todo cuando se está a gusto con el guión. Lo malo es que luego no se ven las letras, y el guión se difumina.
ResponderEliminarBesos.
No suelo beber, y menos al volante o en el andamio, pero ese era un día tonto. Y eso que estaba solo, bueno, con el camarero, el amigo Juan.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio
Hola Laura.
ResponderEliminarMe gusta beber con alcohol, si es cerveza o vino dos o tres copas y wisky solo uno y solo, nasa de seven-up ni otras mezclas raras. Y no todos los días. Ese sería un día raro, como otro que recuerdo en el que me bebí seis Chivas. No sé, a lo mejor quise subir así el ánimo.
Un besito
¡Pero, Marian, si el moscón era yo mismo! Léeme bien. Yo que soy algo callado se me desató la lengua y bajé el freno, de ahí el título de la entrada.
ResponderEliminarUn beso. Un wisky sienta de maravilla. En casa todos los días al menos un chupito cae
Es verdad, Isis, que estas cosas suelen empezar bien y acabar de un lado para otro, más o menos.
ResponderEliminarUn abrazo