juanitorisuelorente -

sábado, 21 de enero de 2012

POR UN PALOMAR


Busca razones el odio donde no hay razones.
Sigue erre que erre.
Ahonda y siempre haya compañero de juegos.

El odio es un sentimiento que ciega, porque nada puede con alguien de ojos abiertos y un dedo de luz.
Aunque incluso disfrace de justicia a su necesidad aberrante.

El odio destroza familias, provoca muertes, esparce su semilla en futuras generaciones.

El odio no descansa, maquina, escoge a su presa, se alía con la persona más cercana, y gota a gota va ofreciendo su veneno, veneno dulce, de absoluta credibilidad.

Hay odio que se traga y roe las entrañas y otro que estalla y da pie a la locura, a los más descerebrados y cobardes impulsos.

Lo ocurrido en Bailén el pasado día 19 no tiene nombre.
Por un palomar parece el motivo y poco importa ese o cualquier motivo.
Un baño de sangre en su propia familia ha causado éste loco y días de luto y de dolor. Para la familia de por vida.
La frialdad con que ha perpetrado su crimen nos ha dejado helados a todos. 
Y mudos. 
Porque éste acto tan irracional como absurdo, tan insensato como salvaje, no tiene nombre.

Y no precisa de más palabras.

4 comentarios:

  1. Tienes razón, Juan, no tiene nombre. Es que ni llamarlo locura tiene sentido, aunque sabemos que estas cosas terminan peor para las víctimas y sus familias que para los culpables, quienes suelen salirse de rositas alegando cualquier tontería.

    Por cierto, me gusta mucho el resultado de tu trabajo en la fachada de la fotografía; es muy original. Aquí les pasan un poco de pintura, y, si les da por ahí, algún que otro bloque de granito "por casualidad"... y ya. Así está todo...

    Biquiños!

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  2. Y encima, el odio perjudica más al que odia que al odiado.

    Esa fachada se merece un diez. Preciosa obra de ingeniería "albañilera" o como se diga.

    Un abrazo.

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  3. Una niña de cinco años ha pagado con su vida la locura de éste energúmeno. Estrelló el coche deliberadamente, a sangre fría, contra cinco personas: su madre, sus dos hermanas, su cuñado y la niña, su sobrina. Una tragedia.

    Aquí, Carmen, en la ciudad del ladrillo podemos disfrutar de ello.

    Un abrazo

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  4. A éste asesino le van a imputar cinco delitos, pero seguro que dentro de unos pocos años ya estará en la calle. Las leyes injustas. Bailén está consternado. No es para menos.

    La fachada hace ojo, Elena, aunque nadie ajeno se ha dignado a decírmelo. Aquí somos así. Seguro que si hubiese quedado fatal habría salido en los carteles, que solemos decir.

    Un abrazo

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