Siento que he hecho inútilmente
lo máximo que podía hacer
y digo a ese algo
que se enfrenta a mí:
“Tengo intención de luchar
hasta que todo deje de importarme”.
Aunque resbala mi vida a lo oscuro,
al cúmulo de voces lastimosas
e ininteligibles, a
ser otra
cualquiera que caiga a tierra
aplastada por lo que sea que ocurre.
Aunque empujan mi
espalda,
entre imágenes de falsos dioses,
la influencia de mentes ajenas,
sus sucios dedos que todo lo destruyen.
Aunque lo habitual, lo sólido
se desvanece pálido y raudo como la escarcha
y a la suerte la cobija un halo inexpugnable
- fortín de los
fuertes, y sus cómplices-,
aunque pierda lo
acumulado en años
y que creía mío,
aunque descienda
a un nuevo albor de
la vida.
Porque entre el caos
lo advenedizo
son ramas frágiles
como manos amigas
que alivian mi miedo,
porque lo hecho
queda,
y queda mucho.
...empuje,luz .fuerza y mucha, mucha vida anegan de ánimo tus bellos versos alumbrados hoy , querido amigo Juan.
ResponderEliminarun fuerte abrazolleno de ilusión :
j.r.s.
A veces la vida se nos presenta negra y sin salida ..y perdemos esperanzas..tiramos la toalla y decidimos dejarnos arrastrar hasta el final sin que nada importe....pero importa..y nos duele ..nos rebelamos y luchamos,..pataleamos..nos quejamos y gritamos y entonces una bocanada de aire caliente nos llena los pulmones y nos recuerda que aún estamos vivos y que queda mucho por vivir...solo sigue adelante y todo pasará...besos
ResponderEliminarFuerzas nacen de la flaqueza, amigo Jose, de un momento de debilidad, humano.
ResponderEliminarUn abrazo querido amigo
Es así, Mirella, caemos, nos ponemos de pie, volvemos a subir. Ley de vida.
ResponderEliminarUn abrazo