Eres enigma toda, salvo el
puntual momento:
tu presencia.
Es enigma tu nombre, el leve
murmullo
-parco saludo- títere en tus
labios.
Es enigma lo que piensas si me miras,
lo que piensas sin mirarme,
qué intuyes de que miro tantos
segundos
pusilánime.
Es enigma tu cuerpo tímido,
inesperado
regalo de besar mil veces tu cara de mujer
niña, soñada mil veces criatura.
Es enigma tu hechizo, halo
de apreciable elixir, máscara
de expresivo deseo, poso
de comprensible silencio.
Es enigma quién sepa de ti,
quién haga brillar tus ojos,
moje tus labios de te quieros,
Quién sería celoso de mis celos,
batido y muerto de soñarte.
Querido amigo: La presencia de ella desvela todos los enigmas. Un pensamiento muy bello y creativo. Me gusta la casa construida por tu hermano. Es muy hermosa. También tu poesía. Un abrazo.
ResponderEliminarLlevamos unas entradas que las musas nos atraen y nos hacen escribir cosas como estas.
ResponderEliminarLa musa es necesaria para que no acaben los sueños Y versos como estos.
Un abrazo
Aquella musa embellece tus letras, Juanito.
ResponderEliminarBellísimo poema.
Abrazos alados con mi cariño y admiración.
Me ha gustado tu poema.
ResponderEliminarTe mando un saludo desde Madrid
Gracias amigo Fernando por tu comentario.
ResponderEliminarCasas como esa son las que ahora echamos en falta. Esperemos que pronto cambie todo, aunque sólo sea algo, un poquito.
Un abrazo
Éste poema es hace unos cuatro años y estaba en el poemario premiado con el accésit en Bailén.
ResponderEliminarTú, hace unos días, escribiste también un poema sobre ellas. Sin ellas estarían muy solos nuestros silencios.
Un abrazo Marian
Gracias amiga Diana. De musas los poetas estamos no siempre satisfechos. Su ausencia nos deja mudos entre tanta plenitud.
ResponderEliminarUn abrazo, sin alas
Hola Mª de los Ángeles.
ResponderEliminarMe alegra tu visita, y que me sigas. Pasaré a visitarte y ya hablaremos.
Saludos