juanitorisuelorente -

martes, 31 de enero de 2012

DEL AMOR Y LOS VIEJOS















Estamos aquí desamparados.
Tal vez junto al río
de otro tiempo,
en cualquier sitio
del viejo camino,
al calor de una noche,
de aquella noche ya olvidada.

El tiempo se nos escapa…

Ni siquiera recuerdo
tu sonrisa.
Aquella sonrisa
tan tuya.

 Ahora todo es demasiado conciso,
todo está demasiado claro.
¿Qué sentido tiene fingir?

Me humilla comprobar como tiemblan
mis manos. Tu mirada lenta
y huidiza.

Miro a tu alrededor
la belleza innata de las cosas.

Qué lástima si nada de lo que nos importa
permanece.






6 comentarios:

  1. Precioso Juan.
    "Qué lástima si nada de lo que nos importa
    permanece."

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. ...mira!... a la sombra, JUAN, te asombrarás no habla , calla pero nadie la puede quitar...mientras estés y ella sea ella...un fuerte abrazo y me alegro que todo se quedo en un susto saludos para ti y los tuyos.


      j.r.s.

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  2. Pues, precísamente por ello hay que disfrutar en cada momento de lo que importa y es valioso para cada uno.

    ¡Biquiños!

    Carmen

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  3. Después de toda una vida juntos imagino que ese pensamiento rondará la cabeza. Algo que habrá que aceptar, o no pensar.

    Un abrazo Elena

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  4. Desde luego, Jose, hasta el final somos. Viejos de cuerpo, maduros de mente, unos niños siempre en los ojos. Proceso indeleble, bonito de entender.

    Un abrazo, querido amigo

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  5. Disfrutar los pequeño momentos, a los que no les damos ninguna importancia, que son los más valiosos. Esos que luego llamarán -llamaremos, espero- la suma felicidad.

    Un abrazo Carmen

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