Mi vida es una isla
y me exijo de vez en cuando abandonarla,
cruzar el puente que une
las dos orillas.
Si hago lo que debo,
si digo lo que se quiere oír
estar triste o alegre
es parte del día a día,
por eso salgo del círculo
a sentir libre
cuantas cosas creo verdaderas.
Si perder el control
me genera incertidumbre,
si me siento inútil e innecesario,
si caigo como caí otras veces
habré de salir de aquella manera.
Pero si hoy estoy deprimido
nadie mejor que tu para saberlo,
para volver a tenderme
el puente de tu mano.
Si de pronto me siento capaz
y una fuerza inmensa estalla
en mi interior
en medio del caos,
si ya no me culpo y evito castigarme
nadie como tú me ha dado vida.
Incluso en medio del caos
logras momentos concretos
que salvar
que siguen valiendo la pena.
Bello poema; siempre merece la pena seguir adelante y lo mejor es tener una mano amiga a tu lado, esa sí que es una gran suerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sería maravilloso poder salir de uno mismo, sobre todo en esos momentos que nos desbordan. De todas maneras, y ante la imposibilidad, reconforta tener cerca la mano amiga o el corazón amante.
ResponderEliminarSaludos Juan.
Precioso, Juan, precioso.
ResponderEliminarIncluso en medio del caos
logras momentos concretos
que salvar
que siguen valiendo la pena.
Que sigan valiendo mucho la pena de salvar instantes preciosos, sean muchos, sean pocos.
Un poema profundo y hermoso, creo que los he repasado todos, aún cuando solo comento en estos.
Un abrazo.
Ambar.
En mitad del caos, la mano amiga. Ha sido precioso, Juan.
ResponderEliminarNunca sueltes esa mano amiga.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
Desde luego, Isabel, somos fuertes pero nunca si nos sentimos solos.
ResponderEliminarUn abrazo
Elena, incluso aunque sepamos salir de todo la soledad es una mala amiga, y peor amante. Si no se tiene hay que intentar buscar esa mano.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Avelina. Los instantes nunca son tan cortos como su nombre. Hay instantes de toda una vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Ésta vida, no ahora sino siempre, es un caos y esas manos nos indican el camino.
ResponderEliminarUn abrazo Marcos
Hola Fus.
ResponderEliminarElla tampoco me suelta a mí.
Un abrazo
Recorrí las lecturas tuyas que me había perdido en el reader ( ya sabes que mi tiempo no da para leer todo en su momento) y me detuve en ésta. Me parece un poema magnífico.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Gracias Laura. No sentirnos solos es una fuerza, un ánimo, impagable.
ResponderEliminarUn abrazo