Hay ojos que no ven y corazón
que sí siente.
Un pitido a la izquierda
y tu rostro se ilumina en la fila numerada.
Escribes un epitafio que te alimenta.
Ritual de sangre y hoguera.
Pero existe
un después no agredido. Lugares
que maltratas sin daño. Luces de lo oscuro.
Fortalezas que no admiten huéspedes.
Ya lo sé.
El lobo sería hermoso en la penumbra.
Tu lengua también.
HOLA AMIGO
ResponderEliminarEL CORAZÓN SIENTE AUN EN LAS OSCURIDADES.
EXCELENTE LIRICA.
UN BESO GRANDE.
Hola Luján.
ResponderEliminarEl corazón siente siempre y más cuando se ve agredido.
Un abrazo