Promete la sangre en su virtud más disidente. En paz afirma la arrogancia, la contenta oprimida. Habita en el exilio de un recinto inconsecuente un milagro erguido, el orgullo de la mente.
¡Qué cosas! Algo tan natural, para un hombre y una mujer, y que no deja nunca indiferente. Casi tabú porque no queda bien hablar de ello, y no así del desnudo de una mujer ¡qué cosas!
La mente y sus astucias,también sus argucias para mantenernos permanentemente alerta...
ResponderEliminarUn beso.
Perdona, Marinel, no es que juegue a confundiros pero tal vez debería haber titulado esta poema Erección. Y de hecho lo voy a hecer.
ResponderEliminarUn abrazo
LA MENTE DOMINA TODO QUERIDO JUAN.
ResponderEliminarUN BESO ENORME Y GRACIAS POR PASAR POR MI RINCONCITO.
CARIÑOS
La mente es nuestro ordenador central. Nada funciona si hay error en windows.
ResponderEliminarUn abrazo Luján
...hasta el bambú sabe salir del paso ante la tormenta...un fuerte abrazo JUAN....j.r.
ResponderEliminar¡Qué cosas! Algo tan natural, para un hombre y una mujer, y que no deja nunca indiferente. Casi tabú porque no queda bien hablar de ello, y no así del desnudo de una mujer ¡qué cosas!
ResponderEliminarUn abrazo amigo Jose