Has pasado de moda,
sin embargo te llevo,
¿qué es eso de decidir
por mí?. Te ven y se imaginan
en ti quienes te tuvieron
admirados. El pasado reciente
de cada uno es tiempo perdido
que se resiste a desaparecer.
Lo nuevo solo obliga a mirar
al futuro y el futuro siempre
es mañana: tiempo imprevisible,
limitado, que nos queda.
Disfrutar sin lujos lo que me sirve
para lo mismo a lo mejor me hace
ir a que me lleven.
Seguir notando en mí las manos,
la voz ruda del hombre y no su lado
más volátil e endiosado.
P.D.: sería el primero
en comprar un cuerpo nuevo.
Innovarse o morir; éses es el trato que la sociedad ofrece. Te deseo unas felices fiestas con los tuyos, amigo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLo realmente importante es renovar el espíritu.
ResponderEliminarFeliz Navidad Juanito, y un cálido abrazo de mariposa!
nunca el agua pasa dos veces JUAN, un abrazo.
ResponderEliminarSupongo que ya le habrás tomado cariño, son muchas primaveras a tu vera.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Ea, Juan, tengo un Renault Laguna con 14 años que va de maravilla pero ya -dicen- es viejo ¡qué cosas! Innovar es otra cosa pero ¿renovar? es un coñazo. Nada dura, bueno, al final ni nosotros.
ResponderEliminarUn abrazo
Diana, la vida puñetera es la que obliga a ir renovando el espíritu, y es mejor porque así anda más despierto, ojo avizor.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga
Jose, para lo material pasa el agua 200 veces, y no más porque no podríamos pagarlo, y fíjate, para el espíritu solo una, y no siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Intento cuidarlo, Elena, como a mi coche, pero ya empieza a sonarle la chapa. De motor, uno y otro, bien -eso creo-.
ResponderEliminarUn abrazo