Bajo el disfraz del odio no queda nadie,
lo sé por su olor a nada.
El tiempo golpea en sus desiertos,
en sus nieves perpetuas, nos llama a gritos
por los bosques, los caminos solitarios,
y no haya respuesta.
Ni tú ni yo volveremos a cruzar ríos,
pero al menos podremos olvidarnos.
PODRÁN OLVIDARSE?.
ResponderEliminarEL ODIO ES ALGO QUE NO CONOZCO AMIGO MIO.
PUEDO HABER SENTIDO ALGO DE RENCOR EN LA VIDA, PERO ODIO NUNCA.
BESOS GIGANTES.
Completamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarNo hay mal ni bien que cien años dure.
Un saludo.
...mal remedio el odio ,orin es del alma , para quien lo padece...un fuerte abrazo JUAN.
ResponderEliminarPues yo he mirado esa palabra en el diccionario y confieso que yo a veces siento odio hacia determinados sujetos hasta el punto de desear su muerte: a esos chicos que no dicen dónde dejaron el cadaver de Marta yo les obligaría a cantar en respeto a los padres de la chica; los que violan y matan a su vítima o al que pone una bomba en una estación de trenes o aeropuertos... a esa gente les haría beber de la misma copa.Son dañinas para la sociedad,y lo mismo que a las ratas o las víboras se eliminan sin compasión, a éstos también.
ResponderEliminarOtra cosa es el rencor que se siente cuando alguien te juega una mala pasada o te engaña. Entonces eso que tanto duele al principio termina por olvidarse cuando conoces a otras personas que te hacen feliz. Un abrazo, amigo.
Yo estoy contigo, Luján. Odio es una palabra mayor que yo no pronuncio, un sentimiento mezquino que no anidan mis huesos. Pero odio no es solo odiar sino que te odien, y además que te lo escupan a la cara. Eso es muy fuerte ¿no crees?
ResponderEliminarUn abrazo
El tiempo lo enfría todo, no lo apaga. Dos no luchan si uno no quiere es un dicho muy acertado.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Un saludo Carmen
El odio es una serpiente, el demonio de los justos, Jose.
ResponderEliminarQuién lo sentencia es juez de lo putrefacto. No hay basura, orín, como tú dices, más ilícito para el alma.
Un abrazo querido amigo
Hay un odio más irracional que todos esos que has mencionado y es odiar a tu hermana y a tu propia madre. Ese, creo, es un odio de odiarse así mismo.
ResponderEliminarLos otros provocan asco, pero este tan solo una pena muy honda.
Un abrazo amigo Juan