En el silencio escucho
los rostros del árbol.
En el río flota el corazón,
que recuerda o se aleja
si aflojo el hilo que nos une.
No temo.
Ya sé que no irá
muy lejos.
No temáis.
Suele volver
aquí muchas noches.
Aquí, que haya ventanas que miran
al mar.
Es francamente una delicia esta llamada al silencio (¿o a algo más?):
ResponderEliminar"...En el silencio escucho
los rostros del árbol.
si aflojo el hilo que nos une.
Suele volver aquí muchas noches.
Aquí, que haya ventanas que miran al mar..."
Precioso, Juan.
Abrazos (¡te veo por FB!)
En FB no sólo me veas tú a mí jeje. Es bonito compartir en un lado u otro. Me a legra que este poema te guste. Un abrazo
EliminarEnigmático comienzo con esos rostros del árbol y un final, como un soplo de aire fresco, que mira al mar. Precioso. Un abrazo.
ResponderEliminarLos recuerdos tienen al corazón muy ocupado. Junto a la mente a veces se pierde en el tiempo. Gracias Marcos
Eliminar