-Abres mi corazón-
Sopla un viento que acaricia las palabras.
Cela los abrazos que aún no son hogar,
el amor que aún ansía huir
junto al viento hacia lo lejos.
-No te mientas para creerme-.
Quizá me enamoró este viento que inunda mi cuerpo,
que no huele ni sabe a nada. Que dignifica
lo impensable.
Aunque nunca se me hubiera ocurrido hacer
lo que siempre quise hacer
para que de mí supieran
más que yo.
-Así es verdad lo que creo-
Mi corazón late deprisa.
Cada página acoge una caja sin puertas
ni ventanas, corazones que la atruenan,
mil gritos ahogados.
Me llevé mi parte, no lamento nada.
Lo que aprendí al preguntar sin mover los labios,
al escribir lo que otros me respondían sin saberlo.
Y tú fuiste uno de ellos.
Tu sonrisa congelada en un rostro siempre expectante.
Y ahora, oculto el sol, desvela la luna
tu figura hasta lo etéreo,
buscando una libertad que no disfrutaba
para residir siempre sobre ella:
si es sutil tu respuesta,
si descubres mi mirada en tu libro.
“No me lo perdería por nada”, quisiera escucharte,
aunque tu gesto ambiguo, sin visos ya
de su procedencia,
no me sirva -máscaras
que parió mi cara-,
ni mi mundo postrado al calor de tus manos,
al final de cualquier día.
Es una total resignación y aún así, no lamentar nada de lo sucedido..quedarse con lo bueno y lo vivido..perdido entre recuerdos cualquier día..
ResponderEliminarPreciosa nostalgia que me entristece pero me gusta...bss
La alegría y la tristeza son parte del todo. Y hay que aceptar la parte proporcional que nos toque. Un abrazo Mirella
Eliminarlleva un ritmo como el latido de un corazón que busca otro corazón; te deja llevar
ResponderEliminarHola Jose, la continua búsqueda del escritor, y a la postre su necesario abandono, aunque lleve impregnado el sentimiento con que fue creado. Un abrazo
EliminarPrecioso Juan.
ResponderEliminarDifícil desentrañar todo lo que significa pero fácil de sentir.
Un abrazo.
Gracias Elena. Esa musa que va y viene, esa que de vez en cuando te ilumina para escribir esas preciosidades que de vez en cuando nos regalas. Un abrazo
EliminarEse tamborileo de corazón pausado y nostálgico te arrastra hasta el final sin máscaras.
ResponderEliminarCasualmente he descubierto tu blog y me apetece seguir leyendo estas cosas que escribes, saludos desde Tenerife y te dejo enlace de mi blog por si quieres conocerlo.
http://gofioconmiel.blogspot.com.es
Hola Gloria, desde la caldera de Andalucía, wou, Tenerife, qué envidia, no, solo sana, amo a mi tierra con sus calores de junio. Me alegra tu visita y que te guste lo que lees. Pasaré a verte y hablamos. Saludos
EliminarJuan saludarte,espero te encuentres bien, un abrazo.J.R.
ResponderEliminarInmensa alegría Jose. Yo también te tengo algo dejado, que no olvidado. No estoy mal aunque el trabajo esté algo jodido, pero en fin, seguir adelante es el lema adecuado y no dar vueltas a una noria sin agua. Espero que a ti te vaya bien. Un abrazo
EliminarPRECIOSO POEMA CARGADO DE SENTIMIENTOS ENCONTRADOS Y DE UN TALENTO INDISCUTIDO PARA ESCRIBIR Y PLASMAR LO QUE GUARDA UN CORAZÓN.
ResponderEliminarBESOS GRANDES.
PD CERRÉ LA OPCIÓN DE COMENTARIOS PORQUE ME SENTÍA MUY AGOTADA, LO HAGO DE VEZ EN CUANDO, LUEGO VUELVO.
SALUDITOS
Gracias Luján. A mí también me pasa, que agota un poco esto, y a veces hay que dejarlo reposar, para volver a tomar carrerilla, como decimos por aquí.
ResponderEliminarA mí cuando me ocurre me suelo refugiar en el facebook, que es más de andar por casa con muchos de los que andamos por los blog, de charlar en serio, o de chácharas y esas cosas.
Nada, te deseo lo mejor. Un abrazo