¿Torcido el acero qué queda
que doblarse?
El pan bajo el brazo
sigue en quién no lo suelta,
y la sangre corre en cuerpos que se mueven.
¿La luz que oculta la noche es acaso
menos luz?
Los cuerpos no obedecen,
pero dime: ¿Y los deseos del alma?
Misteriosa la noche como el misterio que entrañan estos versos, Juan. "El pan bajo el brazo sigue en quién no lo suelta" Me he quedado con este verso. Un abrazo.
ResponderEliminarLa noche y sus sombras, siempre un misterio, un refugio para la crudeza del día, su evidencia. Un abrazo
EliminarYo es que soy de los que prefiero, únicamente la noche.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Tiene su encanto, su horizonte infinito, desaconsejada solo si hay que madrugar jeje. Un abrazo
EliminarEl pan sigue bajo los brazos de Botin y familia, y no quieren soltarlo para que los demás, que también viven y tiene sangre en las venas, se doblen como el acero bajo la presión.
ResponderEliminarDan ganas de incendiarlo todo, pero los cuerpos no obedecen. Hoy he sacado contenido a tu poema. Juanillo. Por cierto¡Felicidades!
Un abrazo
Bueno, contenido ya tiene y es muy bueno. Quise decir que hoy le he sacado una interpretación, quizás distinta a la que tú querías expresar, pero así la veo yo.
ResponderEliminarTú siempre pensando en quienes nos están haciendo la puñeta. Y tiene sentido en ese sentido. Creo que es bueno que de para otras interpretaciones. Un abrazo Juan
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