Soy un árbol más en éste bosque de piernas y cuerpos
quietos
. Un bosque mudo, abismo entre noches y cualquier día. Un árbol más
recién plantado en los albores del verano. Otro árbol más con un pasado pleno
de esperanza y un futuro cargado de recuerdos. Altivo, visible, firme, pero
presto a desaparecer porque aún no tiene ni quiere echar raíces. De cuerpo
cincelado a golpes de vida o de letras y aquí de nada sirve. Aquí sólo se es
uno más. Otro árbol más en éste bosque de silencios y amarguras.
Si prestas atención seguro destaca por sus hojas.... nadie es igual a nadie aunque intenten hacernoslo pensar... somos especialmente distintos y debemos engalanar nuestro alrededor para que el mundo lo note, pero primero somos nosotros...
ResponderEliminarVisto de lejos, desde la óptica de cuerpos o números, son todos iguales. Porque nadie se acerca a averiguar lo contrario. La lucha interna de cada uno por ser se extiende apenas al ámbito de amigos y la familia. Una lucha trascendente, pero que trasciende poco, la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo Lola
Y la realidad es que cada vez se seca más nuestro anclaje debido a la falta de estímulos que nos ayuden a crecer...
ResponderEliminarPor cierto:
Feliz santo,aunque con retraso.
Besos.
Nos tienen bien jodidos, y más que crecer, decimos lo del chiste: Señor déjame al menos como estoy.
EliminarGracias Marinel -mi respuesta con mucho más retraso jeje-
Un abrazo
Como un enigma dentro del propio secreto que dormita en el bosque. Muy bonito texto, Juan. Un abrazo.
ResponderEliminarDemasiado silencio. Codo con codo y cada uno con su secreta historia. Un abrazo Marcos
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