Creer en la esperanza de lo que sabemos
sin esperanza es seguramente nada,
más lo hemos hecho otras veces, todas
en las que lo anterior no se recuerda.
Lo nuestro es niebla, y en ella vagamos.
Tenemos un miedo natural, un esperar
que provoca cansancio, un vete a saber
que no se va a cumplir.
Eso es lo discreto. La historia escrita
inútilmente. Un pesar sin nada que perder.
Y más allá da lo mismo, y sin embargo,
no hay esfuerzo ni lucha. Valientes
que vencidos insisten en volver a perder.
Así poco nos deja ignorar
la verdad de lo que pasa.
Cuántas veces nos quedamos sin alcanzar algo por no haber sido persistentes... La persistencia es una virtud a cultivar.
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
La verdad es que ésta lucha intermitente con la vida a veces cansa, incluso aburre. Pero por ahí ronda esa virtud que parece ir por libre y que al final nos ofrece su mano. Bueno, vale, seguimos adelante..., volvemos a decirle.
EliminarUn abrazo Laura
Completamente de acuerdo a tus pensamientos
ResponderEliminary sentires con respecto a lo que somos o lo
que creemos... lo que tenemos o lo que esperamos
de la vida... la verdad es que solo tenemos
la esperanza que nos mantiene alerta.
Reflextivos y profundos versos.
Un abrazo grande en la distancia.
De nuevo por tu casa, disfrutando de las cosas que nos dejas. Siempre un placer.
ResponderEliminarFeliz tarde de domingo.
Sin esperanza creo que nos quedaríamos muertos, muertos de ganas, Solina.
ResponderEliminarGracias por venir. Un abrazo cercano (aquí las distancias no existen)
El placer primero es mío, Antonio. Me alegra que te guste. Un abrazo
ResponderEliminarLa esperanza tiene que ir de la mano con la perseverancia, no siempre las cosas resultan bien a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, pero de tanto insistir finalmente se logra un buen resultado.
ResponderEliminarAbrazos alados, mi Juanito!!!