juanitorisuelorente -

martes, 6 de marzo de 2012

VINO



















Vino por su propia voluntad
espléndida de años sin saberlo
a deshojarse trémula de otoños
sin besos en la boca y miradas mudas.

Vino remediando en sombras
sus ardores fríos
y buen hacer de noches llenas
sin cargar con la belleza
a la que ya no asiste.

Vino a arder batallas lentas vivo de olvido
por caminos de paso que no dejan huellas
ni trampa su cuerpo de hambre y esquinas.

Estuvo sin llamarme siquiera
curtida de aire que la nada ama.

Y se marchó con ganas
a buscar otro haz de luz
donde comprar la tarde.

(2008)


4 comentarios:

  1. Vino, sembró luz y dejó la oscuridad iluminada.

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  2. Es una labor que debería estar regulada, y ejercida con absoluta libertad. Lejos del desmadre, hay personas que, por soledad o por otras mil razones, necesitan ese desahogo. Bien, uno paga, otro cobra, y no debería de haber nada más que hablar.

    Un abrazo, Marinel

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  3. Grito de complaciente resignación. Te vas a reír -no es comparable- pero hay días que yo trabajo con complaciente resignación. Un futuro de niebla -le echaré la culpa- obliga a mirar el color de los zapatos.

    Un abrazo amiga Laura

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