INFAMIA
Te mata mi vivo esplendor.
Una pregunta que no borran los ojos
desespera cuando se asoman a ver.
No te responde la maledicencia,
la quema, el abordaje,
los oídos se retiran del furor de tu boca,
no me entierra tu afanada labor en la sombra,
tus palabras envejecen de verse repetidas.
Agarrado, quizá, a algún juramento
salta tu infamia de rama en rama.
Y cada vez más de tu propio árbol.
Mi silencio no otorga
sino obra.
La maldad y el descrèdito trae en tus versos su propio pecado, cuando dices que salta de rama en rama y cada vez màs de tu propio àrbol. Como siempre genial.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
fus
Dura y bien construida poesía a alguien - estoy convencido que existe - que te tiene envidia. El primer verso y los contundentes 2 verso finales denotan tu triunfo sobre el vano y derrotado intento del frustrado envidioso. La verdad impera.
ResponderEliminarUn abrazo de Paco y Mayte.
Hola Fus. El descrédito a menudo cae por su propio peso. Tiene su tiempo y su oído, pero si no hay base cae como un castillo de naipes. Lo sé por experiencia. Propia y ajena.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Un abrazo
Hay problemas mínimos que van derivando, por tozudez o -en este caso que como bien habéis notado existe- por ese yo estoy jodido pues todos a joderse, a cosas mayores.
ResponderEliminarAsí, problemas solucionables de una o mil maneras sensatas encuentran callejones sin salida, modos desagradables, lenguas viperinas. Jode, pero no importa. El tiempo es un puzle en el que volverán a encajar las piezas, y cada una en su sitio.
Me alegra volver a veros. Un abrazo, Paco, Mayte, de éste, además, vuestro amigo.