Deshecha eres mar
en nuestros brazos, lugar
donde se halla lo perdido,
riqueza vacía de nosotros. Y
sigues yendo de tierra
con el mismo orgullo.
En manos brotó tu nombre
que manos de hoy te hunden.
Los tiempos cambian en campos
ajenos, y su ruina te toca
con nombrarte. Y sólo sigues
siendo quién eres. Rostro
en blanco para miles y miles
de caras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario