El bullicio es una alfombra
donde acampan silencios nocturnos.
El ruido es sólo un testigo mudo.
La deseosa compañía primero está viva
entre los muslos. Y siempre habla
de callarse.
Luego, juntos a veces, hablan
de sed de vida,
de la deseada soledad en que amanecen
los cuerpos muertos.
En la foto se ve la evidencia de la movida.
ResponderEliminarModernas movidas las de otros tiempos.
los nuestros!!
Un abrazo
¡Cuántas veces estar rodeado de gente no significa estar acompañado, sino completamente solo...!
ResponderEliminar¡Biquiños!
La imagen es bárbara.Parece un campo de batalla muerto tras la feroz batalla donde el bullicio mata sin cesar la soledad ésta moribunda sale al paso tras la reyerta
ResponderEliminarTus versos le ponen las palabras perfectas.
Un beso.
Tú ya lo has dicho, Marian, eran otros tiempos. Para mí mejores. Hay que adaptarse a todo pero yo siendo joven sufriría mucho. Soy muy tradicional, adaptable pero a regañadientes.
ResponderEliminarUn abrazo
Carmen, con un litrillo de lo que sea entre pecho y espalda nadie escucha a nadie aunque todos hablen hasta por los codos.
ResponderEliminarUn abrazo
Es una batalla campal. Algo rara pues cada uno combate consigo mismo. Absurdo, por otra parte, por su nulo beneficio. Y soledad, pura y dura, aunque no lo parezca.
ResponderEliminarUn abrazo Marinel