juanitorisuelorente -

viernes, 30 de marzo de 2012

SIN TREGUA














Hasta aquí hemos llegado,
se dijo el caminante empecinado
besando el muro.

Su alma, no convencida,
pasó al otro lado.

Lo que temía:
una estructura de naipes
sustentaba
la lámina de cartón piedra.

2 comentarios:

  1. La existencia es frágil y el deseo de que exista algo al otro lado demasiado incierto algunas veces.

    Me gustó especialmemente este poema.

    Un abrazo, Juan.

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  2. El único modo de averiguarlo no nos seduce a nadie. La incertidumbre siempre está en un segundo plano, incluso un segundo antes de lo que no tendrá algún día remedio.

    Gracias Laura. Un abrazo

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