Van decayendo los misterios de la tarde
frente la línea que la pliega tortuosa.
Sin azules lo grisáceo desdibuja
la luz de mis deseos
-de colores propios llenos-
como intimida lo que debiera abandonarse.
Así, sin sorpresa alguna
relevan otras voces el sonsonete
que se desvanece en silencio a los rincones.
Así, como envuelto de nuevas luces
lo oscuro
simula repetirse
ajeno a la disparidad
de lo que ocurre.
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