juanitorisuelorente -

jueves, 8 de marzo de 2012

A SOLAS




















Me arranco la cabeza
y no finjo dolor,
ni exculpo a la herida.

Mi cabeza sigue
donde no estoy,
encendida
de su propia mano,
suicida
por donde sangra
el silencio obediente.

Mi cabeza arde a solas
donde el cuerpo
ya es ceniza.

2 comentarios:

  1. A veces hay que dejarse la cabeza en otra parte, y dejarse inundar por los sentidos.
    Me gustó también mucho éste.
    Un abrazo.

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  2. La cabeza tiene cuerpo, Laura. Demasiadas veces es como un hijo independizado que viene a visitarnos de vez en cuando. Demasiadas veces vive en nosotros ajena a nosotros.

    Un abrazo

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