juanitorisuelorente -

miércoles, 30 de noviembre de 2011

OCEANOS DE TIEMPO


Llegado a ese punto
donde el horizonte infinito
es ya ardua tarea,                                                                          
inaccesible,
innecesaria,
parece el momento de bajar la mirada
al terreno que se pisa,
de familiarizarse con los sonidos cercanos                                    
y las fieles compañías
olvidadas o desconocidas.

Lugar de acampada
donde se eleve al cielo la hoguera,
el canto, del aturdido.                                                                   

Encrucijada de caminos,
inflexión,
regreso
a la memoria.

En ese trance donde                                                                      
ya no se es más
si se alcanza
sino si se recobra.

Océanos de tiempo
que los ríos no traen.                                                                      

6 comentarios:

  1. Precioso poema Juan. No sé si me ha evocado lo que te inspiró, pero he pensado en el retorno a las raíces, a la tierra, a lo cercano.
    Mis felicitaciones.

    Un abrazo.

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  2. El eco del tiempo, nos alcanza y nos envuelve en océanos de recuerdos.

    Muy lindo poema, Juanito.

    Abrazos alados!

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  3. Hola Elena.
    Éste poema lo evocó la cercanía de lo desconocido, de lo inseguro. Esa prisa que empieza a acabarse. y ese tiempo que se nos ofrece, amigo.

    Gracias. Un abrazo

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  4. La prisión del tiempo se abre, Diana, y aún así tememos ser libres.

    Un abrazo sin alas

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  5. Las puertas del tiempo se abren cada vez más con la edad, aunque suene a paradójico. Y, ciertamente, ante ese abismo insondable que se nos ofrece, vamos siendo más proclives a recuperar, a echar la vista atrás; quizás, para tomar nuevos bríos con los que hacer frente al porvenir.
    Este poema es para leer y releer, para meditarlo. Son muchas las interpretaciones y evocaciones que nos puede ofrecer. Por eso, lo considero como una de tus mejores creaciones, estimado Juan, y así te lo hice saber cuando lo leí en el estupendo libro recopilatorio de tus obras que tuvistes a bien regalarme.
    Agradecidos saludos de Paco.

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  6. El río de la vida nos desemboca a un océano ampuloso y solitario.
    Momento propicio para mirar atrás sin nostalgia y con menos prepotencia. Tiempo nos ofrece a manos llenas.
    Me alegra que te guste.

    Un saludo, Paco, desde esta tu tierra, ya sabes, tu casa

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