Hola Rebecca. Llevo en el oficio desde los 14 años, y a mis 53 lo que no hay aprendido no creo que se me apegue. De todos modos lo perfecto no existe y no sé si sabes que solemos dejar goteras. Gracias por venir. Ya pasaré a verte, y hablaremos.
Ay, Elena, si en casa del herrero cuchara de palo. No te rías pero mi mujer lleva con un trozo -pequeño- de la fachada en las manos unos cuantos meses. Y no es que no quiera pegarlo, no, y siempre se lo digo, es que se me olvida traer el cemento. Y ella se enfanga diciendo que va a llamar a un albanil, y yo le digo, bueno, y más se cabrea. Así que si esperas a que termine en la mía lo tienes claro.
Lo que ha llovido ya no volverá a mojarme. Ni quiero. Me gusta vivir de lo nuevo, aunque estas cosas sea curioso recordarlas. A mi, y en serio, cuando un cliente me dice que quiere algo igual que fulanito le digo tururú, que eso ya está hecho. ¿Te imaginas que un poeta escriba siempre el mismo poema? El agua, que corra.
hola Juanito,
ResponderEliminarvengo del blog de María. Ya te sigo.
Construyes tu mismo? Se ve todo muy prometedor.
Espero que la obra al terminarla quede perfecta.
un abrazo de amistad
RR
Con carino te invito a mi blog
http:/deseosderebecca.blogspot.com
Cuando termines en tu casa te vienes a la mía, jajajaja...
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Ha llovido desde entonces amigo Juan, y lo que lloverá si Dios quiere,pero de cualquier manera, ahí está la obra que permanecerá en el tiempo.
ResponderEliminarSalud y abrazo:
Antonio
Hola Rebecca.
ResponderEliminarLlevo en el oficio desde los 14 años, y a mis 53 lo que no hay aprendido no creo que se me apegue. De todos modos lo perfecto no existe y no sé si sabes que solemos dejar goteras.
Gracias por venir. Ya pasaré a verte, y hablaremos.
Saludos
Ay, Elena, si en casa del herrero cuchara de palo.
ResponderEliminarNo te rías pero mi mujer lleva con un trozo -pequeño- de la fachada en las manos unos cuantos meses. Y no es que no quiera pegarlo, no, y siempre se lo digo, es que se me olvida traer el cemento. Y ella se enfanga diciendo que va a llamar a un albanil, y yo le digo, bueno, y más se cabrea.
Así que si esperas a que termine en la mía lo tienes claro.
Un abrazo
Lo que ha llovido ya no volverá a mojarme. Ni quiero. Me gusta vivir de lo nuevo, aunque estas cosas sea curioso recordarlas. A mi, y en serio, cuando un cliente me dice que quiere algo igual que fulanito le digo tururú, que eso ya está hecho.
ResponderEliminar¿Te imaginas que un poeta escriba siempre el mismo poema? El agua, que corra.
Un fuerte abrazo Antonio