Sólo hacer, hacer, hacer,
y hacer
con los que hacen
no te hacía feliz,
y pensaste:
“¿Y si me lo hiciera
bien?”.
Así que lo primero que
hiciste
fue prometer hacer
rápido y bien
lo que sabías
que te habían hecho muy mal
hecho,
para luego, haciendo un
tiempo
como que haces lo que
dices,
hacerte sitio
entre los que
están junto
a los que no harán nunca
nada
de lo que dicen que
debe hacerse,
y así hasta que
henchido has logrado,
hagas ya lo que hagas,
ser otro más -tú lo dices con la boca hecha agua-
de los que han sabido
hacérselo.
ser otro más -tú lo dices con la boca hecha agua-
de los que han sabido
hacérselo.
"Removerlo todo para que todo siga igual".
ResponderEliminarÉsa es la táctica. Un abrazo, amigo
Esa es la política, Juan, hacer y hacer como que haces. Prometer hasta el meter...
ResponderEliminarUn abrazo