juanitorisuelorente -

lunes, 28 de noviembre de 2011

PROCESO


Mi peor momento de los últimos años
muy presente,
y varias opciones
desde la perspectiva que ahora tengo:
desde vivir de lo vivido
y fingir que no me importa
a buscar sentido a lo que no lo tiene.

Parece que fue ayer.

No podré llegar a ser otra cosa
y ahora ya no podré volver
a intentarlo.

Puede que sea un experto en esto
o algo así,
 alguien que lo tiene todo muy claro,
a quién preguntan en exceso,
endiosan o miran con mala cara
los que bullen desde lo hondo.

Todavía está caliente mi inicio
y pronto empezaré a no ser nadie,
delegaré en uno u otro mis cosas
en un proceso degenerativo indisoluble.

Llegaré a ser un jubilado abstraído
y no sabré disfrutarlo.

Todo pasa demasiado deprisa
y como siempre
me daré cuenta demasiado tarde.

6 comentarios:

  1. ..." que hermoso JUAN haber,estar,ser y aún vivirlo"...querido amigo siempre...j.r.s.

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  2. No me arrepiento de nada de lo hecho, y menos de lo que hago, pero sí de su prisa.
    La vida corre, sin huir de nada y así la vista atrás nos acerca momentos que siempre pasaron ayer.

    Un abrazo amigo Jose

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  3. Pues yo ya llegué a ser el jubilado astraido, que intenta no vivir sólo de recuerdos.
    Yo también digo que de nada me arrepiento; pero es de boca para afuera. Por dentro me remuerden las decisiones equivocadas que en ocasiones tomé y que de no hacerlo hubieran mejorado mi presente y el de mi familia. Un placer leerte, amigo. Abrazos.

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  4. La vida pasa demasiado rápido, es cierto, cuando nos queremos dar cuenta estamos en la mitad.
    Pero bueno todas las etapas son lindas y hay que sacar lo positivo de ellas.

    Un beso enorme

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  5. Juan, a los catorce años, y recién salido del instituto porque tenía que trabajar -soy el mayor de 5 hermanos- me dio mi padre a elegir -eran otros tiempos- entre una serie de trabajos, y uno de ellos era repartir cartas en La General, entonces Caja de Ahorros de Granada, puesto que no quise de ninguna manera y el que entró en mi lugar es hoy director en Bailén -no digo que yo hubiera llegado a eso-, y le dije a mi padre ante su sorpresa que quería ser albañil. Cuarenta años después no me arrepiento, pero de vez en cuando -tienes razón- miro atrás a hurtadillas.

    Gracias Juan. Un abrazo

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  6. Yo, con 54, no diría que ande en la mitad, sino a esa edad "donde no se es más si se alcanza sino si se recobra", versos del poema que os ofrezco hoy: OCÉANOS DE TIEMPO.

    Un abrazo Luján

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