Nuestro amor son silencios escuchados,
oír lo que piensa el otro
sin decir una palabra.
De silencios sabemos oír todo
porque de amor sabemos mucho.
Basta no hablar lo que decimos,
sólo oírnos
y escuchar.
De silencios tan elocuentes
escuchamos la voz que nos
define,
de tantos silencios rotos
y vencidos.
La magia de saberse, de corresponderse, de esa entrega sin palabras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Verdaderamente bella esta estrofa:
ResponderEliminarNuestro amor son silencios escuchados,
oír lo que piensa el otro
sin decir una palabra.
La, otras también; pero me ha llegado más esta.
Un abrazo,amigo, y además, poeta.
Qué elocuente el silencio cuando dice tanto.
ResponderEliminarUn abrazo Juan.
Es admirable poder hablar, sin decir una palabra y comprenderse. Un poema estupendo, Juan. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas veces el silencio habla lo que el corazón grita.
ResponderEliminarAbrazos alados, Juanito!
El amor no ha de gastar los silencios.
ResponderEliminarUn abrazo Halcón peregrino
Tú también sabrás algo de silencios, que ya llevas más de cuatro días con la misma. Sabrás que es así de simple, cuando llega a ser simple.
ResponderEliminarUn abrazo Juan. Di mejor aprendiz, de albañil, de poeta, de lo que sea, que es mejor seguir cada día aprendiendo
Dice todo lo que sabe, que ya es mucho, Elena.
ResponderEliminarUn abrazo
Es el más profundo idioma, sin interferencias -palabras simples-
ResponderEliminarGracias Marcos. Un abrazo
El corazón y los silencios, en esto, son la misma cosa, Diana.
ResponderEliminarUn abrazo
El silencio puede llegar a convertirse en una melodía de dos almas que se hablan sin hablarse, solo basta con el sentimiento de la mirada para decir lo mucho que se aman.
ResponderEliminarUn beso.
El amor fija su residencia en los ojos, María.
ResponderEliminarUn abrazo