No conozco este momento agredido,
ni siquiera el quicio de su puerta conquistada,
mucho menos a la inocencia que derrota sinsentido,
absolutamente nada a su fogosa indiferencia,
a sus promesas no escritas.
Tiene un dudoso equilibrio esta nueva e impuesta costumbre,
esta obediencia que insiste en dejar un rastro de ceniza.
Hay preguntas sin madre. De miedo
tiembla el día a la noche.
Extraño presentimiento Juanito, muy enigmático!
ResponderEliminarAbrazos alados para ti.
No temas a las preguntas, siempre traen algo bueno.
ResponderEliminarSaludos.
Alicia
Juan, es mi primera visita a tu blog y si nos seguimos tratando, leyendo en nuestros blog, me conocerás y sabrás que soy veraz en mis comentarios.
ResponderEliminarSoy incapaz de molestar a nadie, pero creo que una critica constructiva es apreciada.
He estado leyendo tu poema y lo he hecho,varias veces, analizando cada linea, y Juan no comprendo lo que quieres expresar.
Entré en tu blog atraido por eso de RISUEÑO, ya que en todos los comentarios que me hacen en mi blog, como mínimo salen risueños.
marinosinbarco.blogspot.com
Saludos, manolo
Espero que infundado Diana.
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá las respuestas sí tengan madre, Alicia. Esperanza sobra.
ResponderEliminarSaludos
Hola Manolo, me alegar tu visita. Ésta es tu casa para lo que quieras, incluso para opinar como tú creas sobre lo que leas.
ResponderEliminarSobre el poema te diré que un presentimiento es una sensación sobre algo que acecha, algo que yo en mi pellejo no he vivido nunca y ya va para 40 años en activo (desde los 14): el miedo al día siguiente.
Saludos
PD.- Pasaré por tu blog y ya hablaremos, aunque no creo que salga más RISUEÑO