Quién se va poco a poco
no suele decir adiós.
Tú te has ido poco a poco
y sólo sé que no te veo.
Cada vez es más el venir para irte.
Y dormir el resto del tiempo.
Es lo que dice la vida que pasa.
Y tú:
no me esperéis
despiertos.
Yo nunca tuve la opción de que me esperaran despiertos, a las nueve en casa.
ResponderEliminarUn beso.
la mayoría de las despedidas no suelen llegar con un portazo sino con un suave click de cerradura
ResponderEliminartienes razón
un saludo
RAUL
Los padres no hemos tenido otro remedio que adaptarnos. No hay que mirar atrás, nos dicen, la vida ha cambiado. Pero aunque sea a hurtadillas yo sigo mirando y me gusta lo que veo, no todo, pero lo prefiero a esto. Soy un antiguo, perdonadme.
ResponderEliminarUn abrazo Isis
Nos hacemos los dormidos, Raúl.
ResponderEliminarSer padres en estos tiempos que corren es muy difícil, y imagino que ser hijo también.
Un saludo