Hola María. Eres estupenda y me estás dejando sin palabras. Sobre este fuego interior te diré que hay silencios a los que no les cuesta recuperar besos aún no apagados. Sed del poeta.
Hola Scarlet (si te apetece dime el porqué 2807, no si es un secreto, aunque seguro que no será el año de tu nacimiento) (a mí me gusta el 11 pero solo porque me persigue, por cansino). Gracias por seguirme. Intentaré hacer méritos para que regreses de vez en cuando.
Qué inflamación,
ResponderEliminarqué bello incendio.
¡Qué flama!
Esto es pasión.
Un abrazo
Pasión en tus letras que van incendiando los silencios entre caricias que arden.
ResponderEliminarUn beso.
Vengo del blog de María y me ha gustado lo que leo, un poema bello, sugerente e impregnado de sensualidad...
ResponderEliminarCon tu permiso, me quedo
Scarlet2807
Qué dulce espera la de los labios mientras arde el vientre.
ResponderEliminarSaludos Juan.
Dos volcanes que se acoplan de modo que no escape ni un rescoldo.
ResponderEliminarHay besos así, Marian. Algunos.
Un abrazo
Hola María. Eres estupenda y me estás dejando sin palabras.
ResponderEliminarSobre este fuego interior te diré que hay silencios a los que no les cuesta recuperar besos aún no apagados.
Sed del poeta.
Un abrazo
Hola Scarlet (si te apetece dime el porqué 2807, no si es un secreto, aunque seguro que no será el año de tu nacimiento) (a mí me gusta el 11 pero solo porque me persigue, por cansino).
ResponderEliminarGracias por seguirme. Intentaré hacer méritos para que regreses de vez en cuando.
Saludos
Elena, qué te digo. Un beso es la esencia del amor, su calentura. Un beso apasionado tiene medio camino del placer andado.
ResponderEliminarUn abrazo
Y es que hay labios que atan...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Me encanto esa frase "atado a tus labios".
ResponderEliminarBellos versos, Juanito.
Un cálido abrazo!
Hay labios a los que merece la pena atarse, Antonio, pero con cuerda de mago.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Diana.
ResponderEliminarEs fácil versar sobre una situación latente.
Un abrazo