juanitorisuelorente -

martes, 3 de abril de 2012

CÓCTEL

Hay momentos en que la vida nos obliga a salir a campo abierto mientras dispara desde un nido de ametralladoras a lo Tom Hanks en Salvar al soldado Ryan. Esquivar es lo único razonable, y avanzar, avanzar, no quedando otra manera de seguir viviendo. Momentos en que lo negativo impregna todo y da igual el tema que abordemos ya que nos va a salir mal. Momentos de casi tirar la toalla, de rajar la camisa y mostrando el pecho desnudo decir el hasta aquí hemos llegado. Muy negro pintamos lo negro. Más no se puede. Nos dan donde no nos duele y además –eso es lo peor- donde más nos duele. Tiempo también en que la actitud obra en perfecta sintonía, engrandeciendo más si cabe a lo crecido, dando peso incluso a lo más liviano. Momentos en que la vida premia a los más fuertes como únicos hijos reconocidos, sacrifica a los vencidos para carne a los buitres. ¿Qué nos pasa?, ¿qué ocurre?  Nada. Con unos problemas resueltos,  otros esperando, los que son de posible solución, y aquellos  que no merece una enfermedad el abordarlos se cierra el plano y acaba la película. Y aún medio agilipollados y en tierra de nadie nos poden otra: Vive como quieras, de Capra, por ejemplo, para nuestro alborozo –la sonrisa como primer antídoto-. Aquel cielo negro tiene pinta de azul, la actitud retoma con creciente energía su confianza, la vida se abre y nos muestra aún de todo, lucha siempre pero además resuello. Vivir no es tarea fácil, nunca será tarea fácil, no es un juego, a veces sí, pero siempre en serio. Los buenos y malos momentos han de ser un cóctel que hay que tomar muy despacio y muy frío. Todo junto porque todo es vida. Vengan así los unos por los otros.



2 comentarios:

  1. Si, venga así, unos por los otros...

    Saludos y un abrazo.

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  2. No solo de ratos malos nos premia la vida. Por eso los buenos hay que disfrutarlos.

    Un abrazo Antonio

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