Y sin embargo,hay tantos corazones ciegos....Un beso.
Qué razón tienes Juan.No conoces a nadie si no lo miras con los ojos del corazón, y por lo tanto tampoco lo recuerdas.Un abrazo.
El olvido tiene ojos que sólo miran a tientas.Me has hecho recordar esa horrible enfermedad senil de vuelta ala infancia.Un abrazo
...preludio de la soledad, Marinel.Un abrazo
Demasiada gente pasa de largo y hace méritos para quedarse. El corazón también es desconfiado, y no siempre tiene razón.Un abrazo Elena
No es lo que quería expresar pero la frase también puede girar hacia ese tema. Esos corazones ya no saben mirarse ni a sí mismos. Una pena ser testigos directos, sufrir a la par de ellos esa horrible y lenta enfermedad.Un abrazo Marian
Y sin embargo,hay tantos corazones ciegos....
ResponderEliminarUn beso.
Qué razón tienes Juan.
ResponderEliminarNo conoces a nadie si no lo miras con los ojos del corazón, y por lo tanto tampoco lo recuerdas.
Un abrazo.
El olvido tiene ojos que sólo miran a tientas.
ResponderEliminarMe has hecho recordar esa horrible enfermedad senil de vuelta ala infancia.
Un abrazo
...preludio de la soledad, Marinel.
ResponderEliminarUn abrazo
Demasiada gente pasa de largo y hace méritos para quedarse. El corazón también es desconfiado, y no siempre tiene razón.
ResponderEliminarUn abrazo Elena
No es lo que quería expresar pero la frase también puede girar hacia ese tema. Esos corazones ya no saben mirarse ni a sí mismos. Una pena ser testigos directos, sufrir a la par de ellos esa horrible y lenta enfermedad.
ResponderEliminarUn abrazo Marian