Penden del olivo sueños de trigo,
las miradas callan paseando el otoño,
esperan los brazos detrás del muro del tiempo,
aprenden sobre la sed de un pájaro sin alas.
Juan, me gusta lo que escribes y me lo planteo como un reto: ya te comenté que en mis años más jóvenes también escribía así. Pero a veces me pierdo...; debo estar algo "oxidada" a estas alturas (la última frase se me ha atascado un poco...)
Después de los calores siguen los calores, por el sol y las vueltas que hay que dar a la cabeza. Bienvenido sea el otoño, una estación que a mí me agrada.
Juan, me gusta lo que escribes y me lo planteo como un reto: ya te comenté que en mis años más jóvenes también escribía así. Pero a veces me pierdo...; debo estar algo "oxidada" a estas alturas (la última frase se me ha atascado un poco...)
ResponderEliminarBiquiños!
Carmen.
La paciente espera de un mundo parado, carmen, y no le busques más intríngulis.
ResponderEliminarUn besito del sur
Y ya llegó el otoño, y el verano nos dejó, ahora paseamos esta nueva estación, envuelta en sol y luz, aunque dentro de poco, los días serán cortos.
ResponderEliminarUn beso.
Después de los calores siguen los calores, por el sol y las vueltas que hay que dar a la cabeza.
ResponderEliminarBienvenido sea el otoño, una estación que a mí me agrada.
Un abrazo, María