Sublevo mi temple, mi actitud previsible,
hasta ser laberinto el absurdo
donde vago perdido.
Deshago mis principios, mi sumisa
virtud
para ser impulso,
horizonte abrupto,
alma voluble.
Extingo lo vivido,
incendio mi refugio,
afronto los vientos
y someto a la lluvia mi cuerpo
desnudo
sólo con tu coraza,
ciego de ti,
indefenso de ti,
arruinado de ti,
inmenso, infinito,
inefable amor.
(2003)
muy bueno! con algo un dejo quizás de una tristeza oculta o un sin sabor que lo hace especial! besos mi querido juan
ResponderEliminarPara este poema puse mi voz a la voz de un amigo -por eso hay esperanza y reproche- al que no le importó sacrificarlo todo, trabajo, familia, por un amor ciego, no demasiado convincente -en mi opinión-
ResponderEliminarUn abrazo Susana