En el camino recto lo inesperado estorba.
De forma drástica dilucida el tema
la mayoría.
De hacer lo que hago no estoy orgulloso,
sea un deber o una carga.
Casi siempre hay una vida
dedicada de fondo a alguien.
Y se puede avanzar en ella
con lazos que la perturben,
voces que la inquieten,
con momentos que la detengan.
Respetar a los viejos
sensibiliza el respeto a todo.
De disfrutarles cuando sirvieron de apoyo
viene ahora el ayudarles
a amortiguar su caída.
Una vida tiene más valor si se comparte.
Si comparte amor o solo
agradecimiento.
Excelente pequeño poema, Juan, con un contenido muy grande. Un saludo cordial.
ResponderEliminar...SABIOS CONSEJOS JUAN , dentro de tus pensamientos...
ResponderEliminarun fuerte abrazo :
j.r.
Muy real, yo que lo he vivido, te puedo asegurar, que mi madre, en sus últimos meses, que compartimos, me dió unas fuerzas, y unas ganas de vivir, tan grandes como las que ella tenía.
ResponderEliminarY se mezclaron el amor y el agradecimiento, por parte de las dos.
Un abrazo.
"Una vida tiene más valor si se comparte."
ResponderEliminarMe quedo con este verso.
Un abrazo Juan.
muy buen consejo amigo mio te felicito por la entrada un abrazo
ResponderEliminarMuy bueno, sobre todo los últimos versos.Un abrazo
ResponderEliminarLlegar a viejo es algo que debería asumirse con naturalidad si no hallaran el rechazo habitual de la familia.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Fernando
Esto viene o no de familia. Por eso dicen que lo que se ve se aprende, o no.
ResponderEliminarUn abrazo Jose
Hola Isis, tan real como que es vida, y de la buena. No se debería repudiar a un padre o una madre por la edad. Aunque lo ideal sería compartirlo. De aquí también viene eso de "tontos y listos", que yo no comparto.
ResponderEliminarUn abrazo
Elena, una vida autosuficiente, solitaria, es una pena. ¿Hay algo más humano que dar o recibir?
ResponderEliminarBuena semana. Un abrazo
Consejos que de nada sirven, Goge. En esto cada uno es autónomo.
ResponderEliminarUn abrazo querida amiga
En lo últimos está el mensaje, Juan. De ser humanos es ser agradecidos, eso si no hay un lazo más hondo. Y más claro te lo digo: Al igual que mi mujer respetó a los míos sin un mal gesto hasta su último aliento, yo para los suyos -queda uno- estoy siendo humanamente agradecido, y eso que estamos más solos que el 1. No importa.
ResponderEliminarUn abrazo
Un poema con un contenido muy fuerte.
ResponderEliminarBrillante !
Un abrazo !
Demasiados finales tristes, Luis. Llegar a viejo en muchos casos es una pena.
ResponderEliminarUn abrazo