Afloja el hilo plateado
e invisible que te une
y escapa conmigo al país de los sueños.
Paraísos sin dueño,
asilo de amantes,
edenes de rarezas,
de transgresiones de amor,
de insigne silencio.
Vivamos intensa, gozosa,
la libertad efímera ese momento,
y regresemos,
anudémonos de nuevo a los cuerpos,
cárceles de piel,
espejos de culto a la intransigencia, al error,
al desaliento.
(de "Túnel hacia la luz", 2003)
Una tentadora y sugerente propuesta, difícil de escabuir cuando se ansia lo mismo.
ResponderEliminarFascinante mundo de los sueños!!!
Es una propuesta atractiva, pero a la vez difícil de llevar a cabo por muchos de nosotros jaja
ResponderEliminarUn abrazo Juan !!
La mente va por libre, Diana.
ResponderEliminarSabe lo que quiere en lo que no debe.
Un abrazo
Solo hay que dormir, Luis, que con el cuerpo no va la cosa. Luego, al despertar, intentar que nuestro yo juguetón nos confiese alguna de sus correrías.
ResponderEliminarUn abrazo