Me llaman pesimista
pero yo veo caer viejos castillos y puentes,
me dicen que el ánimo es una brasa encendida,
hazaña en un mundo de ceniza,
e insisten en que nadie empuje lo que se cae,
que es más catástrofe mostrar la ruina que la misma ruina.
Están convencidos que para que la masa vea el futuro
con claridad mejor usen gafas negras.
querido amigo quizás sería bueno es tan negativo lo que vemos a diario que por momentos sería hermoso estar en la cima de una montaña. muy bueno!!
ResponderEliminarcreo que le optimismo nos ayuda a ver el mundo con colores mas radiantes.
ResponderEliminarfeliz fin de semana Mario
No es ser pesimista... si no ver las cosas crudas...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
En peores batallas hemos luchado y salimos, no sé si triunfantes, pero salimos.
ResponderEliminarQuizá es cuestión de cambiar esos cristales negros a las gafas, ¿qué tal el verde?
Un abrazo Juan.
SER OPTIMISTAS NOS AYUDA A VER LA VIDA CON OTROS OJOS, EN DEFINITIVA ES UNA SOLA Y DEBEMOS TENER ESPERANZA. VER TODO OSCURO NO ES BUENO, YO SOY MELANCOLICA Y TIENDO A MIRAR CON PESIMISMO ALGUNAS COSAS; ES QUE LA REALIDAD ME SOBREPASA.
ResponderEliminarBESITOS
el pesimismo es consustancial al hombre
ResponderEliminarno es cuestión de ópticas o gafas oscuras
es cuestión de entender que las cosas son como son y aceptarlas como tal
a partir de ahí optimismo para superarlas
un saludo desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Todo siempre depende de quien empuje, de quien caiga, de quien la narre, y finalmente de quien aprenda.
ResponderEliminarHola Susana.
ResponderEliminarPerderse del mapa es lo que a veces pide el cuerpo, pero en esta tierra hay buenos toreros, y afición, aunque el toro tenga guasa.
Un abrazo
Un optimista es el que nos ha pintado el futuro de color negro, él y sus adláteres optimistas.
ResponderEliminarUn abrazo Mario
Este poema ha nacido de unas declaraciones en las que pedían que no fuéramos tan pesimistas por el bien de la ciudad. o sea, gafas negras.
ResponderEliminarBuen domingo. Un abrazo Antonio
Elena, las mías son transparentes y digo lo que veo y vivo. Cambiar el color estaría bien si aquí se viera a más de dos pasos.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo soy capricornio, Luján, y mira que intento ser optimista. No me viene de raíz, ni engañarme a mí mismo.
ResponderEliminarUn abrazo para ti
Hola Raul.
ResponderEliminarIntentar que no veamos la realidad solo nos haría ciegos optimistas. Nada racional.
Saludos
Todo ayuda, Jose Fco.
ResponderEliminarLa realidad y su crudeza es un buen cimiento para construir de nuevo la nada. De la ruina se construyen fantasías.
Buen domingo